BERLÍN (Reuters) -La policía detuvo el martes a cuatro personas vinculadas a un grupo radical que pretende sustituir al Estado alemán moderno, según la fiscalía, en la más reciente operación contra un movimiento señalado como amenaza potencial para la democracia.
Las detenciones se produjeron en el marco de las redadas contra el “Königreich Deutschland”, o “Reino de Alemania”, después de que el Ministerio del Interior prohibiera el grupo, que según los fiscales había establecido instituciones en la sombra para un nuevo Estado en consonancia con una ideología de extrema derecha conocida como movimiento “Reichsbürger”.
Uno de los cuatro detenidos era el autoproclamado soberano del movimiento, según la fiscalía.
El servicio de inteligencia nacional alemán Verfassungsschutz puso al movimiento “Reichsbürger” bajo observación en 2016, poco después de que uno de sus miembros matara a tiros a un policía durante una redada en su casa.
El escrutinio del movimiento, que es amplio y abarca una serie de teorías conspirativas que cuestionan la legitimidad del Estado alemán moderno, se intensificó en diciembre de 2022, cuando las autoridades frustraron planes avanzados para un golpe armado.
Sus seguidores creen que la democracia alemana actual es una fachada ilegítima y que son ciudadanos de una monarquía que, sostienen, perduró tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, a pesar de su abolición formal.
La policía dictó el martes cuatro órdenes de detención contra los sospechosos, identificados como Mathias B., Peter F., Benjamin M. y Martin S., omitiendo sus apellidos en cumplimiento de las leyes alemanas de protección de datos.
Según la fiscalía, son los cabecillas de una organización criminal que había creado “estructuras e instituciones pseudoestatales”, incluido un sistema bancario y de seguros, una autoridad que imprimía “documentos ficticios” y su propia moneda.
Peter F. era el “soberano supremo” del grupo, con poderes de supervisión y toma de decisiones sobre las áreas clave del grupo, según un comunicado de la fiscalía.
El ministro del Interior, Alexander Dobrindt, dijo que los 6.000 miembros del grupo habían creado un “contraestado” en Alemania y estaban socavando el sistema legal.
“Apuntalan su supuesta pretensión de poder con narrativas conspirativas antisemitas”, dijo Dobrindt.
La orden de prohibir el grupo se dio justo antes de las redadas, dijo el ministerio.
(Redacción de Friederike Heine y Rachel More; edición de Andrew Heavens y William Maclean; edición en español de María Bayarri Cárdenas)