Trump se enfrenta con sudafricano Ramaphosa por sus afirmaciones sobre “genocidio”

Por Nandita Bose y Doina Chiacu

WASHINGTON (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrentó el miércoles en la Casa Blanca a su par de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, con acusaciones de asesinatos masivos y confiscación de tierras a los blancos, en una escena que recordó a su emboscada de febrero al ucraniano Volodímir Zelenski.

Sudáfrica rechaza la acusación de que los blancos son un objetivo desproporcionado de la delincuencia. Las tasas de asesinatos son elevadas en el país y la inmensa mayoría de las víctimas son negras.

Ramaphosa llegó diciendo que quería hablar de comercio y minerales críticos, y la reunión tuvo un comienzo cordial cuando él y Trump intercambiaron comentarios sobre golf. Los campeones de golf sudafricanos Ernie Els y Retief Goosen formaban parte de la delegación.

Pero la reunión televisada en el Salón Oval pronto cambió de tono, con Trump mostrando un video y artículos impresos que pretendían mostrar pruebas para respaldar sus afirmaciones infundadas de que los sudafricanos blancos están siendo perseguidos.

“Tenemos mucha gente que siente que está siendo perseguida y viene a Estados Unidos. Así que tomamos de muchos lugares, si sentimos que hay persecución o genocidio en curso”, dijo Trump. “Sus tierras están siendo confiscadas y, en muchos casos, están siendo asesinados”.

“Generalmente, son granjeros blancos y huyen de Sudáfrica, y (…) es algo muy triste de ver. Pero espero que podamos tener una explicación al respecto, porque sé que no quieren eso”, agregó.

Sudáfrica, que soportó siglos de discriminación draconiana contra la población negra durante el colonialismo y el apartheid antes de convertirse en una democracia multipartidista en 1994 bajo Nelson Mandela, rechaza las acusaciones de Trump.

Una nueva ley de reforma agraria, destinada a reparar las injusticias del apartheid, permite expropiaciones sin indemnización cuando sean de interés público, por ejemplo si la tierra está en barbecho. No se ha producido ninguna expropiación de este tipo, y cualquier orden puede ser impugnada ante los tribunales.

SUPUESTO “GENOCIDIO”

En un momento de la reunión, Trump puso un video que pretendía mostrar pruebas de un genocidio de blancos.

Ramaphosa permaneció inexpresivo mientras se proyectaba el video, aunque de vez en cuando inclinó el cuello para mirarlo. Trump dijo que las imágenes mostraban las tumbas de miles de granjeros blancos, mientras que el líder sudafricano sostuvo que no había visto eso antes y que le gustaría averiguar dónde había ocurrido.

El video también mostraba a líderes de la oposición pronunciando discursos incendiarios. Trump sugirió que uno de ellos, Julius Malema, debía ser detenido.

Luego Trump mostró copias impresas de artículos que, según él, mostraban a sudafricanos blancos que habían sido asesinados, diciendo “muerte, muerte” mientras las hojeaba.

Ramaphosa señaló que en Sudáfrica había delincuencia y que la mayoría de las víctimas son negras. Trump lo interrumpió y dijo: “Los granjeros no son negros”.

El líder sudafricano, que mantuvo la compostura en todo momento, respondió: “Son preocupaciones sobre las que estamos dispuestos a hablar con usted”.

En los últimos meses, Trump ha criticado la ley sudafricana de reforma agraria destinada a reparar las injusticias del apartheid y su proceso judicial por genocidio contra Israel.

Ha cancelado ayuda, expulsado al embajador de Sudáfrica y ofrecido refugio a la minoría blanca afrikáner basándose en denuncias de discriminación racial que Pretoria dice que son infundadas.

En una rueda de prensa posterior que marcó el cierre de su visita a Washington, Ramaphosa negó enfáticamente los comentarios de Trump. “Simplemente no hay un genocidio en Sudáfrica”, señaló.

Trump ha acusado a Sudáfrica de confiscar tierras a granjeros blancos y de alimentar la violencia contra los terratenientes blancos con “retórica de odio y acciones gubernamentales”.

Estados Unidos es el segundo socio comercial bilateral de Sudáfrica después de China. Pero el país enfrenta un arancel del 30% bajo el régimen del “Día de la Liberación” de Trump, actualmente suspendido.

En un momento de la reunión, el magnate empresarial sudafricano Johann Rupert, parte de la delegación de Ramaphosa, intervino para respaldar al mandatario, diciendo que la delincuencia era un problema generalizado y que muchos negros también estaban muriendo.

Un encuentro a fines de febrero entre Zelenski y Trump terminó en un desastre, después de que ambos líderes intercambiaran críticas sobre la guerra con Rusia delante de medios de comunicación de todo el mundo en la Casa Blanca.

En aquel momento, Zelenski abandonó la Casa Blanca antes de tiempo tras el enfrentamiento verbal, sin firmar un muy anunciado acuerdo entre Ucrania y Estados Unidos para la explotación conjunta de recursos naturales.

(Reporte adicional de Jeff Mason, Doina Chiacu y Daphne Psaledakis y de Nellie Peyton, Siyanda Mthethwa, Tim Cocks y Colleen Goko-Petzer en Johannesburgo. Editado en español por Javier Leira)

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