Por Joey Roulette
WASHINGTON (Reuters) – La Administración Federal de la Aviación de Estados Unidos (FAA) aprobó el jueves que la nave Starship de SpaceX vuelva a volar tras la explosión que sufrió durante una prueba en marzo.
En este contexto, la compañía espacial de Elon Musk podría hacer un nuevo lanzamiento desde Texas tan pronto como la próxima semana, después de replantear las zonas de peligro a lo largo de la trayectoria de vuelo del cohete.
El cohete Starship, de 122 metros de altura y destinado a desempeñar un papel central en el programa espacial de Estados Unidos, ha sufrido una serie de fallos consecutivos este año, que han desviado decenas de vuelos comerciales y provocado quejas de otros países afectados por los restos que caen.
En un comunicado en el que anunció la aprobación del próximo vuelo de Starship, la FAA afirmó estar en “estrecho contacto y colaboración” con Reino Unido, las Islas Turcas y Caicos, Bahamas, México y Cuba -países que la Starship sobrevuela o a los que se aproxima en su ruta hacia el espacio- mientras supervisa el cumplimiento de la normativa de futuros vuelos.
Los restos procedentes de las dos últimas explosiones de prueba de Starship -una en enero y otra en marzo- cayeron sobre el territorio británico de ultramar de las Islas Turcas y Caicos y partes del Caribe, irritando a los residentes, lo que demandó esfuerzos de limpieza del personal de SpaceX y las autoridades locales.
La FAA amplió de 885 a 1.600 millas náuticas una zona predeterminada de exclusión, o zona de peligro para aeronaves, en la trayectoria de vuelo de Starship, que se extiende hacia el este desde el lugar de lanzamiento de SpaceX en la costa sur de Texas y a través del estrecho de Florida, incluyendo las Bahamas y las islas Turcas y Caicos.
“Con la decisión del retorno al vuelo del vehículo Starship, el Starship Flight 9 está autorizado para el lanzamiento”, dijo la FAA, que supervisa la seguridad de los lanzamientos de cohetes comerciales. “La FAA considera que SpaceX cumple todos los rigurosos requisitos de seguridad, medioambientales y otros requisitos de autorización”.
La FAA dijo que amplió el tamaño de las zonas de peligro sobre Estados Unidos y otros países a lo largo de la trayectoria de la Starship al espacio basándose en un análisis actualizado de la seguridad del vuelo, un complejo cálculo matemático que tiene muy en cuenta las probabilidades de fallo del vehículo y las víctimas públicas previstas.
(Editado en español por Carlos Serrano)