BENGALURU (Reuters) – El defensor del título de Roland Garros, Carlos Alcaraz, y el número uno del mundo, Jannik Sinner, reanudan la rivalidad más candente del tenis masculino en el Abierto de Francia, donde Novak Djokovic ondeará la bandera de la vieja guardia mientras el grand slam de tierra batida entra en la era pos Rafa Nadal.
Después de que Nadal abandonara la edición de 2024 del torneo que ganó 14 veces, Alcaraz se convirtió en el heredero del español con su primer título de Roland Garros.
Alcaraz se ha preparado para su defensa del título con una brillante campaña en tierra batida esta temporada, en la que el joven de 22 años ya ha capturado su primer trofeo de Montecarlo y derrotó a Sinner en la final del Masters de Roma el domingo para completar su conjunto de honores de élite en tierra batida.
“Ahora todas las miradas están puestas en París, en Roland Garros”, dijo el número dos del mundo.
“Ganar a Jannik, ganar Roma, ambas cosas se mezclan y me dan mucha confianza para ir a París. Siempre digo que la final no consiste en jugar, sino en ganar.”
“Repito ese planteamiento cada vez que juego una final.”
Sinner no dio muestras de oxidación en su primer torneo tras una sanción de tres meses por dos infracciones de dopaje, y los aficionados esperan que el número uno del mundo supere el cuadro y se enfrente a Alcaraz en la final.
El excampeón de Roland Garros Jim Courier afirmó que ambos jugadores se sienten confiados tras el nivel que mostraron en Roma.
“Alcaraz sigue con esta racha, cuatro victorias seguidas contra Sinner, a la que nadie más es capaz de acercarse, así que eso le va a dar un empujoncito extra”, dijo Courier en Tennis Channel.
“Menuda temporada de tierra batida ha tenido. Ha sido perfecta para Carlos, pero también para Jannik. Reingresando (al circuito) no podría hacerlo mucho mejor que esto.”
“UNA NUEVA REALIDAD”
Djokovic ganó el último de sus 24 títulos récord de grand slam en el Abierto de Estados Unidos en 2023 y está atravesando una de las peores rachas de su magnífica carrera.
El serbio aceptó inesperadamente una invitación para el Abierto de Ginebra de esta semana en un intento de encontrar la forma en tierra batida después de perder sus primeros partidos en Montecarlo y Madrid.
Djokovic celebrará su 38º cumpleaños el jueves y, aunque de repente ha parecido vulnerable contra las jóvenes estrellas hambrientas de la gira, pocos lo descartarán por completo cuando regrese a la sede donde ganó el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Es una nueva realidad para mí, (…) intentar ganar un partido o dos, no pensar en llegar lejos en el torneo”, dijo Djokovic tras su eliminación en Madrid.
“Es una sensación completamente diferente a la que tuve en más de 20 años de tenis profesional, así que es un reto mental enfrentarse a este tipo de sensaciones en la pista.”
(Información de Shrivathsa Sridhar en Bengaluru; edición de Peter Rutherford; edición en español de Jorge Ollero Castela)
