JERUSALÉN (Reuters) – El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a los líderes de Francia, Gran Bretaña y Canadá de querer ayudar al grupo militante palestino Hamás, después de que amenazaron con emprender “acciones concretas” si Israel no detenía su última ofensiva en Gaza.
Las críticas, que se hacen eco de unas declaraciones similares realizadas el jueves por el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, son parte de la respuesta del Gobierno israelí a la creciente presión internacional sobre la guerra de Gaza.
“Están del lado equivocado de la humanidad y del lado equivocado de la historia”, dijo Netanyahu.
El dirigente israelí, sobre el que pesa una orden de detención de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en Gaza, ha criticado periódicamente a los países europeos, así como a las instituciones mundiales, desde las Naciones Unidas hasta la Corte Internacional de Justicia, por lo que considera su parcialidad contra Israel.
Pero a medida que ha continuado el flujo de imágenes de destrucción y hambre en Gaza, alimentando las protestas en países de todo el mundo, Israel ha tenido dificultades para convencer a la opinión internacional, que cada vez se ha inclinado más en su contra.
“Es difícil convencer al menos a algunas personas, sobre todo de extrema izquierda en Estados Unidos y en algunos países de Europa, de que lo que Israel está haciendo es una guerra de defensa”, dijo el exdiplomático israelí Yaki Dayan.
“Pero así es como se percibe en Israel y salvar esta distancia es a veces una misión imposible”, agregó.
Los funcionarios israelíes se han mostrado especialmente preocupados por los crecientes llamamientos a otros países de Europa para que sigan el ejemplo de España e Irlanda y reconozcan un Estado palestino como parte de una solución de dos Estados para resolver décadas de conflicto en la región.
Netanyahu sostiene que un Estado palestino amenazaría a Israel y ha enmarcado el asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington el martes por un hombre que supuestamente gritó “Palestina libre” como un claro ejemplo de esa amenaza.
(Reporte de James Mackenzie; contribución de May Angel, Richard Lough y Dominique Vidalon en París y William James en Londres; edición en español de Javier López de Lérida)