Israelíes extrema derecha se enfrentan a palestinos y a otros israelíes en caótica marcha en Jerusalén

Por Alexander Cornwell

JERUSALÉN (Reuters) – Una gran concentración en Jerusalén para conmemorar la toma por parte de Israel del este de la ciudad en la guerra de 1967 se convirtió en un caos el lunes, cuando israelíes de extrema derecha se enfrentaron y agredieron a palestinos, compatriotas y periodistas, según testigos.

La “Marcha de las banderas”, que se celebra anualmente, congregó a miles de personas que coreaban, bailaban y ondeaban banderas israelíes poco después de que el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, visitara el recinto de la mezquita de Al Aqsa, un antiguo foco de tensiones entre israelíes y palestinos.

La violencia estalló en la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén Este poco después del mediodía, según un testigo de Reuters, cuando jóvenes manifestantes comenzaron a acosar a los pocos comerciantes palestinos que aún no habían cerrado sus tiendas antes de la manifestación.

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes israelíes que viven en asentamientos de Cisjordania, empezaron a atacar a activistas de izquierda y a periodistas que observaban la marcha. Gritaron consignas nacionalistas y llamaron a la violencia contra los palestinos, coreando: “Muerte a los árabes”.

Un grupo de jóvenes colonos escupió a una mujer palestina y a periodistas, y la policía israelí que se encontraba cerca no intervino, según el testigo de Reuters. Los responsables policiales no respondieron a la petición de comentarios y a última hora de la tarde no se había informado de ninguna detención.

Un agente de policía que se encontraba en el lugar de los hechos dijo que no se podía detener a los jóvenes manifestantes israelíes porque eran menores de 18 años.

El líder de la oposición de izquierda Yair Golan, ex subcomandante de las fuerzas armadas, calificó de “espeluznantes” las imágenes de violencia en la Ciudad Vieja. Dijo en un comunicado: “Esto no es amar a Jerusalén. Esto parece odio, racismo e intimidación”.

“Mantendremos Jerusalén unida, entera y bajo soberanía israelí”, dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una reunión del gabinete celebrada en Jerusalén Este a primera hora del lunes.

Un portavoz de la presidencia palestina con sede en Cisjordania condenó la marcha y la visita de Ben Gvir a Al-Aqsa.

La guerra que Israel mantiene en Gaza, “las repetidas incursiones en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa y actos provocadores como izar la bandera israelí en la Jerusalén ocupada amenazan la estabilidad de toda la región”, afirmó Nabil Abu Rudeineh en un comunicado.

Los periodistas que cubrían la manifestación fueron acosados en repetidas ocasiones y, en algunos casos, agredidos, según el testigo de Reuters.

La Marcha de las Banderas de este año coincidió de nuevo con la guerra de Gaza, que cumple 20 meses, y la escalada de las operaciones militares israelíes contra militantes palestinos en Cisjordania.

La marcha suele avivar la tensión cuando judíos ultranacionalistas se agolpan en zonas palestinas de la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén camino del Muro de los Lamentos, uno de los lugares más sagrados del judaísmo, que linda con el recinto de la mezquita.

Israel arrebató Jerusalén Este, incluida la Ciudad Vieja, a Jordania en la guerra de Oriente Medio de 1967. Los palestinos pretenden que Jerusalén Este sea la capital de un futuro Estado que incluiría Cisjordania y Gaza.

La mayoría de los países consideran Jerusalén Este territorio ocupado y no reconocen la soberanía israelí sobre él. Israel considera Jerusalén como su capital eterna e indivisible.

(Reporte de Alexander Cornwell; información adicional de Lee Marzel; Editado en español por Natalia Ramos)

tagreuters.com2025binary_LYNXNPEL4P0LS-VIEWIMAGE

tagreuters.com2025binary_LYNXNPEL4P0LQ-VIEWIMAGE

tagreuters.com2025binary_LYNXNPEL4P0LR-VIEWIMAGE