BERLÍN (Reuters) – Se espera que la economía alemana se contraiga un 0,3% este año, por tercer periodo consecutivo, dijo el martes la Cámara Alemana de Comercio e Industria (DIHK, por sus siglas en alemán), que pronostica el periodo de debilidad más largo de la historia alemana de posguerra.
El riesgo de recesión persiste, dijo la DIHK, pero tras un primer trimestre prometedor su proyección era más optimista que la contracción del 0,5% prevista anteriormente y publicada en febrero.
El crecimiento económico del primer trimestre fue mucho mayor de lo previsto debido a la concentración de las exportaciones y la industria en previsión de los aranceles estadounidenses.
Se esperaba que Alemania se viera muy afectada por los aranceles debido a su economía orientada a la exportación. Estados Unidos fue el mayor socio comercial de Alemania en 2024: su comercio bilateral de mercancías ascendió a 253.000 millones de euros (288.020 millones de dólares).
La DIHK prevé que las exportaciones alemanas disminuyan un 2,5% en 2025 y se contraigan también por tercer año consecutivo.
Una encuesta de la DIHK, realizada entre 23.000 empresas de todos los sectores y regiones, mostró que el 29% de ellas prevé que las exportaciones caigan en los próximos 12 meses, mientras que sólo el 19% espera que aumenten.
La economía alemana sigue en dificultades con una confianza empresarial pesimista, situada en 94,9 en la última encuesta. Los valores inferiores a 100 significan que hay más pesimistas que optimistas.
“Las empresas siguen esperando señales de progreso”, dijo la directora gerente de DIHK, Helena Melnikov, que reclamó medidas políticas urgentes.
“Los impulsos positivos para la economía deben llegar pronto, antes de las vacaciones de verano. Las empresas los están esperando”, dijo.
Melnikov añadió que, dado que la encuesta se realizó entre finales de marzo y finales de abril —antes de que entrara en funciones el nuevo Gobierno—, serviría de base para interpretar la respuesta de las empresas a las primeras medidas económicas de la coalición.
Reactivar el lento crecimiento será una de las principales tareas de la coalición de conservadores y socialdemócratas.
Las condiciones de la política económica se vieron como el mayor riesgo empresarial, ya que el 59% de las empresas las mencionaron como un obstáculo importante. Los elevados costes laborales y la demanda interna también plantean retos importantes, según la encuesta.
Casi un tercio de las empresas tenía previsto reducir sus inversiones.
“Sin cambios positivos, es improbable que se produzca un repunte autosostenido”, afirmó Melnikov.
(1 dólar = 0,8784 euros)
(Información de María Martínez y Christian Kraemer; edición de Rachel More y Helen Popper; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)