Los españoles luchan por disfrutar de sus playas ante la avalancha de turistas extranjeros

Por Corina Pons

MADRID, 14 jul (Reuters) – Los turistas internacionales han alejado a los españoles de sus soleadas playas debido a la constante subida de los precios de los hoteles y los alquileres durante un auge turístico sin precedentes.

En los 25 principales destinos de la costa mediterránea y atlántica de España, el turismo local se redujo en 800.000 personas el año pasado, mientras que los visitantes extranjeros aumentaron en 1,94 millones, según datos oficiales no publicados hasta ahora y revisados por la empresa de análisis inAtlas.

La tendencia parece que continuará, ya que el segundo país más visitado del mundo, después de Francia, prevé un récord de 100 millones de visitantes extranjeros para este año.

“Los precios han subido una barbaridad. (…) Ya no es algo que pase en zonas exclusivas, es que toda la costa española está muy cara”, afirma Wendy Dávila, de 26 años. Canceló un viaje “desorbitado” con su novio a Cádiz, en la costa sur, por una visita más barata a la ciudad interior de Burgos, famosa por su catedral gótica y la tumba del comendador del siglo XI, El Cid.

“Ya no es donde quieres ir de vacaciones, es donde puedes ir”, añade Dávila, nostálgica de las vacaciones en la playa de su infancia en Alicante, en el Mediterráneo.

Con una población de 48 millones de habitantes, la mitad de los visitantes extranjeros cada año, España depende en gran medida del turismo, que aporta más del 13% del PIB.

Pero crecen las protestas por la escasez de viviendas, agravada por el turismo de masas, y que podría agravarse por la indignidad que supone para los españoles quedarse sin sus vacaciones favoritas.

Los precios hoteleros han subido un 23% en los últimos tres años, hasta una media de 136 euros (159 dólares) por noche, según la empresa de datos Mabrian.

Los alquileres en primera línea de playa también han subido un 20,3% desde mediados de 2023, según la empresa de seguimiento de precios Tecnitasa, y la mayoría de ellos ya están reservados para el verano desde el primer trimestre.

“Cada vez es más complicado poder afrontar este gasto para el veraneante español”, afirma el presidente del Grupo Tecnitasa, José María Basánez.

Según inAtlas, el año pasado los turistas extranjeros se alojaron una media de ocho noches en las principales playas españolas, mientras que los españoles solo pudieron permitirse la mitad de ese tiempo y gastar una cuarta parte del dinero.

De hecho, los hoteles vacacionales están modificando a la baja sus previsiones para este verano, incluso a pesar del auge extranjero, en parte porque en los lugares donde los residentes suelen pasar sus vacaciones se espera una ralentización de las ventas.

Los españoles también realizaron cerca de 400.000 viajes menos a las principales ciudades del país en 2024 en comparación con el año anterior, mientras que las visitas de turistas extranjeros aumentaron en casi tres millones.

HACIA EL INTERIOR

Consciente del descontento y las disparidades que se están gestando, el Gobierno socialista español está animando a los turistas internacionales a explorar las atracciones turísticas del interior para hacer frente a la masificación y diversificar.

“Si queremos seguir siendo los líderes del turismo internacional nos toca desconcentrar los destinos”, dijo el Ministro de Turismo, Jordi Hereu, en el lanzamiento de una primera campaña para destacar los encantos menos conocidos de España en junio.

“Queremos que los europeos reformulen su idea de España, ya que repiten tanto, ya que nos quieren tanto (…) y la gente que viene de otros continentes.”

Los españoles tienen una fuerte tradición de escaparse de vacaciones en familia en los calurosos meses de verano, pero cada vez recurren más a los alquileres de Airbnb que a los hoteles y cambian Cataluña o Baleares por destinos menos conocidos en Andalucía o Castilla y León, donde los precios son más bajos y el turismo de masas aún no ha llegado.

El año pasado, 1,7 millones de españoles más fueron de vacaciones a zonas del interior, en general más asequibles, según inAtlas.

En la localidad serrana de El Bosque, por ejemplo, a 100 kilómetros de las playas de Cádiz en el Atlántico, el número de turistas españoles aumentó un 22% el año pasado.

“Puede darse un cierto efecto desplazamiento”, afirma Juan Pedro Aznar, profesor e investigador de la escuela de negocios Esade, en Madrid, señalando el menor poder adquisitivo de los españoles en comparación con los turistas británicos y alemanes.

Para algunos españoles, lo mejor es evitar por completo las aglomeraciones veraniegas. La enfermera María de la Jara se quedará en Madrid este verano y solo irá al sur a visitar a su familia en Cádiz cuando acabe la temporada alta.

“Solía ir a casa de mi familia, pero en Cádiz hay cada vez más turistas extranjeros y cuando llega un crucero se duplica la población”, dice esta mujer de 51 años.

“Es agobiante.”

(1 dólar = 0,8561 euros)

(Información de Corina Pons, información adicional de Ana Cantero; edición de Aislinn Laing y Andrew Cawthorne; edición en español de María Bayarri Cárdenas)

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