Por Stefania Spezzati, Jesús Aguado y Lawrence White
LONDRES, 17 jul (Reuters) – El Banco de Inglaterra ha pedido a algunos prestamistas que pongan a prueba su capacidad de resistir posibles perturbaciones del dólar estadounidense, según tres fuentes, la más reciente señal de cómo las políticas del gobierno de Donald Trump están erosionando la confianza en Estados Unidos como cimiento de la estabilidad financiera.
Como principal moneda para el comercio mundial y los flujos de capital, el dólar estadounidense es el alma de las finanzas globales.
Sin embargo, la ruptura del presidente Donald Trump con la política estadounidense de larga data en áreas como el libre comercio y la defensa ha obligado a los responsables de política monetaria a considerar si todavía se puede confiar en la provisión de emergencia de dólares en tiempos de estrés financiero.
Siguiendo demandas similares de los reguladores europeos, el Banco de Inglaterra, que supervisa los bancos en el centro financiero de la City de Londres, ha solicitado que algunos prestamistas evalúen sus planes de financiación en dólares y el grado en que dependen de la moneda estadounidense, incluso para necesidades a corto plazo, dijo una de las personas a Reuters.
En un caso, se pidió a un banco mundial que tiene sede en Reino Unido en las últimas semanas que realizara pruebas de tensión internas, incluyendo escenarios en los que el mercado de swaps en dólares podría agotarse por completo, dijo otra de las fuentes.
El brazo supervisor del Banco de Inglaterra, la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA), hizo las peticiones individualmente a algunos de los bancos, añadió la persona.
Según una de las fuentes, ningún banco podría resistir una sacudida semejante durante más de unos días, dado el predominio del dólar en el sistema financiero mundial y la dependencia de los prestamistas.
Si los préstamos en dólares se volvieran más difíciles de obtener y más caros para los bancos, esto podría dificultar su capacidad para seguir satisfaciendo la demanda de efectivo. En última instancia, un banco que tenga dificultades para acceder a los dólares podría dejar de satisfacer las peticiones de los depositantes, lo que socavaría la confianza y provocaría nuevas salidas.
Aunque este escenario se considera extremo e improbable, los reguladores y los bancos ya no dan por sentado el acceso al dólar.
Según un estudio del Banco de Pagos Internacionales, a finales de 2024 el valor teórico de los derivados de divisas a escala mundial era de 130 billones de dólares, el 90% de los cuales correspondía al dólar estadounidense. En un día normal se registran casi 4 billones de dólares en nuevos contratos de swaps de divisas, según el BPI.
La Reserva Federal tiene líneas de crédito con el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y otros grandes bancos centrales para aliviar la escasez de la moneda de reserva mundial y evitar que las tensiones financieras se extiendan a Estados Unidos.
Sin embargo, los responsables de los bancos centrales y los supervisores europeos llevan meses cuestionándose si pueden seguir confiando en la Fed, como ya ha informado Reuters.
Reuters no pudo establecer si los shocks del dólar serían parte de la prueba de estrés para el sector que el BoE ejecuta cada dos años y cuyos resultados se esperan más adelante en 2025.
(Reporte de Stefania Spezzati, Jesús Aguado y Lawrence White; Reporte adicional de Marc Jones; Editado en Español por Javier López de Lérida)