Por Luciana Magalhaes y Ricardo Brito
BRASILIA, 18 jul (Reuters) -El Tribunal Supremo de Brasil emitió el viernes órdenes de registro y alejamiento contra el expresidente Jair Bolsonaro, prohibiéndole contactar a funcionarios extranjeros por las acusaciones de haber cortejado la injerencia del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
La policía federal allanó la casa de Bolsonaro y le puso una tobillera electrónica, en una escalada de la presión legal que ya enfrenta y que Trump ha tratado de aliviar con un fuerte arancel a los productos brasileños.
Bolsonaro dijo a Reuters que creía que las órdenes judiciales eran una reacción a las críticas de Trump a su proceso ante el Tribunal Supremo.
La decisión de la justicia se suma a la evidencia de que las tácticas de Trump están siendo contraproducentes en Brasil, agravando los problemas para su aliado y reuniendo el apoyo público detrás del gobierno de izquierda de Luiz Inacio Lula da Silva.
A Bolsonaro también se le prohibió contactar a aliados clave, incluyendo a su hijo Eduardo, que ha estado presionando en Washington para ayudar a su padre. También se le prohibió usar las redes sociales o acercarse a las embajadas, según la decisión judicial, que citó una “posibilidad concreta” de que el líder de extrema derecha huya del país.
En una entrevista con Reuters en la sede de su partido el viernes, Bolsonaro calificó al juez Alexandre de Moraes de “dictador” y describió las últimas órdenes judiciales como actos de “cobardía”.
“Siento una humillación suprema”, dijo Bolsonaro, cuando se le preguntó cómo se sentía por llevar tobillera. “Tengo 70 años, fui presidente de la República durante cuatro años”.
Bolsonaro negó cualquier plan de abandonar el país, pero dijo que se reuniría con Trump si pudiera acceder a su pasaporte, que la policía incautó el año pasado. También dijo que había buscado al principal diplomático estadounidense en Brasil para discutir la amenaza arancelaria del republicano.
En su decisión, Moraes dijo que las restricciones contra Bolsonaro se debían a las acusaciones de que el expresidente estaba haciendo esfuerzos para que el “jefe de Estado de una nación extranjera” interfiriera en los tribunales brasileños, lo que el juez calificó como un ataque a la soberanía nacional.
Los abogados de Bolsonaro expresaron en un comunicado su “sorpresa e indignación” por lo que llamaron “severas medidas cautelares impuestas en su contra”, añadiendo que Bolsonaro ha cumplido con las órdenes judiciales hasta la fecha.
Trump ha presionado a Brasil para que frene un caso legal contra Bolsonaro, diciendo que su antiguo aliado es víctima de una “caza de brujas”.
Bolsonaro, que mantenía una relación de amistad con Trump cuando ambos ocupaban cargos públicos, está siendo juzgado ante el STF acusado de planear un golpe de Estado para impedir que Lula asumiera el cargo en enero de 2023.
Trump, que anunció la semana pasada que impondrá un arancel del 50% a los productos brasileños, publicó el jueves en la plataforma Social Truth una carta que envió a Bolsonaro. “He visto el terrible trato que está recibiendo a manos de un sistema injusto vuelto contra usted. ¡Este juicio debe terminar de inmediato!”, escribió.
(Reporte de Luciana Magalhaes, Ricardo Brito, Gabriel Araujo, Eduardo Simoes, Pedro Fonseca, Isabel Teles; Escrito por Gabriel Araujo; editado en español por Carlos Serrano, Manuel Farías y Javier Leira)