Por Nidal al-Mughrabi
EL CAIRO, 20 jul (Reuters) – Al menos 67 personas murieron el domingo por disparos israelíes mientras esperaban a los camiones de ayuda de la ONU en el norte de Gaza, informó el Ministerio de Salud del territorio, mientras Israel emitía nuevas órdenes de evacuación de las zonas abarrotadas de gazatíes desplazados, algunos de los cuales empezaron a marcharse.
El ministerio dijo que decenas de personas también resultaron heridas en el incidente del norte de Gaza, en uno de los casos más graves de los que se tiene noticia entre los repetidos casos recientes en los que han muerto solicitantes de ayuda, incluidos los 36 del sábado. Otras seis personas murieron cerca de otro centro de ayuda en el sur.
El ejército israelí declaró que sus tropas habían efectuado disparos de advertencia contra una multitud de miles de personas en el norte de Gaza el domingo para eliminar lo que calificó de “amenaza inmediata”. Agregó que los resultados iniciales sugerían que las cifras de víctimas estaban infladas y que “desde luego, no ataca intencionadamente a los camiones de ayuda humanitaria”.
No hizo comentarios inmediatos sobre el incidente en el sur.
En total, según las autoridades sanitarias, 88 personas murieron el domingo en Gaza por disparos israelíes y ataques aéreos.
Después de que el ejército israelí lanzara folletos instando a la población a evacuar los barrios de Deir al-Balah, en el centro de Gaza, los residentes afirmaron que aviones israelíes habían alcanzado tres casas de la zona.
Decenas de familias comenzaron a abandonar sus hogares, llevando consigo algunas de sus pertenencias. Cientos de miles de gazatíes desplazados se han refugiado en la zona de Deir al-Balah.
El ejército israelí afirmó que no había entrado en los distritos sujetos a la orden de evacuación durante el actual conflicto y que seguía “operando con gran fuerza para destruir las capacidades del enemigo y la infraestructura terrorista en la zona”.
Fuentes israelíes han dicho que la razón por la que el ejército se ha mantenido fuera hasta ahora es porque sospechan que Hamás podría tener rehenes allí. Se cree que al menos 20 de los 50 rehenes que permanecen cautivos en Gaza siguen con vida.
Las familias de los rehenes exigieron una explicación al ejército.
“¿Puede alguien (prometernos) que esta decisión no será a costa de perder a nuestros seres queridos?”, dijeron las familias en un comunicado.
HAMBRE
Gran parte de Gaza ha quedado reducida a un páramo durante más de 21 meses de guerra y se teme que se acelere la hambruna.
Las autoridades sanitarias palestinas dijeron que cientos de personas podrían morir pronto, ya que los hospitales están abarrotados de pacientes que sufren mareos y agotamiento debido a la escasez de alimentos y al colapso de las entregas de ayuda.
“Advertimos que cientos de personas cuyos cuerpos se han consumido corren el riesgo de una muerte inminente debido al hambre”, dijo el Ministerio de Salud, controlado por Hamás.
Naciones Unidas también declaró el domingo que los civiles estaban muriendo de hambre y necesitaban un flujo urgente de ayuda.
Los residentes afirmaron que resultaba imposible encontrar alimentos esenciales, como harina. El Ministerio de Salud de Gaza afirmó que al menos 71 niños habían muerto de desnutrición durante la guerra y que otros 60.000 sufrían síntomas de desnutrición. Más tarde, el domingo, dijo que 18 personas habían muerto de hambre en las últimas 24 horas.
Los precios de los alimentos han subido mucho más de lo que la mayoría de la población de más de dos millones puede permitirse. Varias personas que hablaron con Reuters a través de aplicaciones de chat afirmaron que en las últimas 24 horas habían ingerido una comida o ninguna.
“Como padre, me levanto de madrugada para buscar comida, aunque sea una barra de pan para mis cinco hijos, pero todo en vano”, dijo Ziad, enfermero. “La gente que no murió por las bombas morirá de hambre. Queremos el fin de esta guerra ya, una tregua, aunque sea de dos meses”, declaró a Reuters.
La UNRWA, la agencia de la ONU dedicada a los refugiados palestinos, exigió a Israel que permitiera la entrada de más camiones de ayuda en Gaza, afirmando que tenía alimentos suficientes para toda la población durante más de tres meses y que no se les permitía entrar.
El ejército israelí declaró que “considera el traslado de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza una cuestión de máxima importancia, y trabaja para permitir y facilitar su entrada en coordinación con la comunidad internacional”.
Algunos palestinos sugirieron que el ataque a Deir al-Balah podría ser un intento de presionar a Hamás para que haga más concesiones en las prolongadas negociaciones de alto el fuego.
Israel y Hamás mantienen conversaciones indirectas en Doha para alcanzar una tregua de 60 días y un acuerdo sobre los rehenes, aunque no ha habido señales de avance.
(Reporte de Nidal al-Mughrabi; Editado en Español por Manuel Farías)