Por Julien Pretot
MONTPELLIER, Francia, 21 jul (Reuters) – Tadej Pogacar no solo compite por el maillot amarillo del Tour de Francia, sino también para enterrar los fantasmas del pasado.
A medida que el Tour de Francia se encamina hacia sus últimas y más duras etapas de montaña, el defensor del título está a punto de afrontar ascensiones en las que antes se quebró o pasó apuros.
El Mont Ventoux y el Col de la Loze le esperan de nuevo, pero esta vez, las cosas parecen diferentes.
“Casi me atrevo a decir que el recorrido está diseñado para asustarme”, dijo Pogacar con una sonrisa el lunes. “Pero siempre lo veo como una situación de carrera. En realidad me gustan todas estas subidas”.
Este año ya ha ganado en Hautacam, donde perdió sus esperanzas en el Tour de 2022 cuando fue derrotado por su principal rival, Jonas Vingegaard, que terminó a 2:10 del esloveno.
En esta ocasión, Pogacar aventaja al danés en 4:13 en la clasificación general, mientras avanza hacia su cuarto título en el Tour.
En su sexta campaña, Pogacar habla con la seguridad de un hombre decidido a hacer las paces con recuerdos dolorosos.
“Para mí, el Col de la Loze es una de las subidas más duras que he hecho nunca”, reconoce. “No quiero vengarme. Sólo quiero tener mejores piernas que en aquellos días”.
En 2023, Pogacar experimentó lo que entonces llamó el “peor día” de su vida sobre una bicicleta cuando se agotó en el ascenso al Col de la Loze, perdiendo en la práctica el Tour ante Vingegaard.
Aunque el corredor del UAE Team Emirates-XRG parece tenerlo todo bajo control, Pogacar sabe mejor que nadie que un mal día puede cambiarlo todo.
Si bien Vingegaard ha sufrido dos días raros, insiste en que no está fuera de combate.
“Creo que puedo ganar. Por supuesto, ahora parece muy difícil, hay una gran diferencia”, dijo el danés. “Pero normalmente mi fuerza está en la tercera semana. Tenemos que atacar”.
Vingegaard, sin embargo, no se hace ilusiones sobre el reto que tiene por delante.
“La mayor diferencia son mis dos días malos, en los que perdí la mayor parte del tiempo”, dijo. “Pero no creo que la diferencia sea tan grande como parece. Sé que ese no es mi nivel, puedo hacerlo mucho mejor”.
(Edición en español de Javier López de Lérida)
