Por Trevor Hunnicutt y Andrea Shalal
WASHINGTON, 22 jul (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes que podría visitar China próximamente en un viaje histórico en un momento de crecientes tensiones comerciales y de seguridad.
“El presidente Xi me ha invitado a China, y probablemente lo haremos en un futuro no muy lejano”, dijo Trump a periodistas en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
“Es un viaje un poco lejano, pero no muy distante. He sido invitado por mucha gente, y tomaremos esas decisiones muy pronto”, agregó.
Reuters ha informado que asesores de Trump y Xi Jinping han discutido una posible reunión entre ambos líderes durante un viaje del presidente estadounidense a Asia más adelante en el año, citando a dos personas familiarizadas con el asunto.
Aunque los planes para la reunión aún no se han concretado, las conversaciones a ambos lados del Pacífico han incluido una posible escala de Trump en torno a la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Corea del Sur o conversaciones paralelas al evento que se celebrará del 30 de octubre al 1 de noviembre, según las fuentes.
Otro posible viaje sería para una ceremonia en Pekín el 3 de septiembre en conmemoración del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, a la que el presidente ruso, Vladimir Putin, planea asistir.
La Casa Blanca y el Gobierno chino se habían negado a comentar sobre ese informe anterior de Reuters.
Trump hizo el comentario sobre reunirse con Xi durante una reunión con el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., un aliado clave en el Pacífico, de quien Trump afirmó que logró alejarse de China, incluso cuando aseguró que era positivo que ambos países mantuvieran relaciones.
Trump ha buscado reducir las tensiones con Pekín en las últimas semanas tras poner pausa a una guerra arancelaria que ha trastocado el comercio y las cadenas de suministro mundiales.
El mandatario estadounidense ha intentado imponer aranceles a prácticamente todos los productos extranjeros, lo que, según él, estimulará la fabricación nacional y, de acuerdo a sus críticos, encarecerá muchos bienes de consumo para los estadounidenses.
Ha pedido un arancel base universal del 10% para los bienes importados de todos los países, con gravámenes más altos para las importaciones de algunos, incluida China. Las importaciones procedentes de China tienen el arancel más alto, del 55%. Trump ha fijado el 12 de agosto como fecha límite para que Washington y Pekín alcancen un acuerdo arancelario duradero.
Otros puntos de fricción entre ambos países incluyen el apoyo de China a Rusia, el comercio de sustancias químicas relacionadas con el fentanilo, las preocupaciones sobre la seguridad regional y las prohibiciones de salida del país a algunos residentes estadounidenses.
(Reporte de Andrea Shalal y Trevor Hunnicutt, Editado en Español por Manuel Farías)