JERUSALÉN/WASHINGTON/EL CAIRO, 25 jul (Reuters) -El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Donald Trump, parecieron abandonar el viernes las negociaciones sobre un alto el fuego en Gaza, tras afirmar que ha quedado claro que el grupo militante palestino Hamás no quiere un acuerdo.
Netanyahu afirmó que Israel está evaluando ahora opciones “alternativas” para lograr sus objetivos de traer a casa a los rehenes retenidos en Gaza y poner fin al gobierno de Hamás en el enclave, donde el hambre se está extendiendo y la mayoría de la población está sin hogar en medio de la ruina generalizada.
Trump dijo creer que los líderes de Hamás serán “perseguidos” ahora. Asimismo, afirmó a los medios en la Casa Blanca que “no querían llegar realmente a un acuerdo. Creo que quieren morir. Y eso es muy malo. Ha llegado un punto en el que hay que terminar el trabajo”.
Las declaraciones parecieron dejar poco o ningún margen -al menos a corto plazo- para reanudar las negociaciones para poner fin a los combates, en un momento en que aumenta la preocupación internacional por el empeoramiento del hambre en la Franja de Gaza, devastada por la guerra.
En respuesta al deterioro de la situación humanitaria en Gaza, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el jueves que su país reconocerá un estado palestino independiente. Reino Unido y Alemania indicaron que no están listos aún para hacerlo, pero más tarde se unieron a París para pedir un alto el fuego inmediato.
Trump desestimó la medida de Macron, señalando que “lo que él diga no importa. Es un buen tipo. Me cae bien, pero esa declaración no tiene peso”.
Israel y Estados Unidos retiraron el jueves sus delegaciones de las conversaciones en Qatar, horas después de que Hamás presentó su respuesta a una propuesta de tregua.
En un principio, algunas fuentes afirmaron que la retirada israelí fue sólo para realizar consultas y no significaba necesariamente que las negociaciones estuvieran en crisis. No obstante, las declaraciones de Netanyahu sugirieron que la postura de Israel se endureció de la noche a la mañana.
El enviado estadounidense, Steve Witkoff, culpó a Hamás del estancamiento y Netanyahu dijo que estaba en lo cierto.
Basem Naim, alto cargo de Hamás, afirmó en Facebook que las reuniones fueron constructivas y criticó las declaraciones de Witkoff por considerar que pretendían presionar a Israel.
“Creemos que lo que hemos presentado -con plena conciencia y comprensión de la complejidad de la situación- podría conducir a un acuerdo si el enemigo tuviera voluntad de alcanzarlo”, señaló.
Los mediadores, Qatar y Egipto, afirmaron que hubo avances en la última ronda, agregando que las suspensiones son una parte normal del proceso y que siguen comprometidos con seguir intentando alcanzar un alto el fuego junto a Washington.
El alto el fuego propuesto habría suspendido los combates durante 60 días, permitiría la entrada de más ayuda en Gaza y la liberación de algunos de los 50 rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos en poder de Israel.
(Reporte de Maayan Lubell en Jerusalén, Steve Holland en Washington y Nidal al-Mughrabi en El Cairo; escrito por Peter Graff y Mark Heinrich; editado en español por Carlos Serrano)