Francia tacha de “sumisión” el pacto comercial con EEUU; pares en UE respiran aliviados

Por Philip Blenkinsop y Sudip Kar-Gupta

BRUSELAS, 28 jul (Reuters) -Francia denunció el lunes el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos como una “sumisión”, aunque otros miembros del bloque respaldaron de forma mayoritaria un pacto que reconocieron desigual pero que evita una guerra comercial económicamente perjudicial con Washington.

El acuerdo marco, anunciado el domingo entre dos economías que representan casi un tercio del comercio mundial, impondrá a partir del mes próximo un arancel del 15% a la mayoría de los productos de la UE, aunque ofrece cierta protección a sectores críticos como el automovilístico y el farmacéutico.

Se trata de la mitad de la tasa amenazada, pero es mucho mayor a la que esperaban los europeos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha tratado de aprovechar las amenazas arancelarias para remodelar el comercio mundial desde que regresó a la Casa Blanca este año, elogió el pacto el domingo durante un viaje a Escocia, calificándolo de “el mayor acuerdo jamás alcanzado”.

No obstante, Francia, la segunda economía europea, despreció el acuerdo. “Es un día oscuro cuando una alianza de pueblos libres, reunidos para afirmar sus valores comunes y defender sus intereses comunes, se resigna a la sumisión”, escribió el primer ministro François Bayrou en la red social X.

Aunque el ambiente entre los demás gobiernos europeos era decididamente sombrío, la mayoría coincidió en que no haber alcanzado un acuerdo habría sido desastroso.

“Este acuerdo logró evitar un conflicto comercial que habría golpeado duramente a la economía alemana, orientada a la exportación”, dijo el canciller alemán Friedrich Merz, que dirige la mayor economía del bloque de 27 naciones de la UE.

El máximo responsable de comercio de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, que negocia los acuerdos comerciales de la UE, dijo el lunes a los medios que “es claramente el mejor acuerdo que podíamos conseguir en circunstancias muy difíciles”, al tiempo que indicó que permitir la imposición de aranceles del 30% habría sido “mucho, mucho peor”.

Varios países de la UE reconocieron que el acuerdo establece cierta certidumbre con el mayor socio comercial de Europa tras meses de agitación. Suecia, por ejemplo, lo calificó de “alternativa menos mala” y España lo respaldó, aunque “sin entusiasmo”. Es probable que cualquier acuerdo definitivo necesite la aprobación de las capitales comunitarias.

Dado que la gestión del comercio es competencia de la Comisión Europea, el descontento de países como Francia con el resultado de las negociaciones, que han durado meses, no echará por tierra el acuerdo marco. Pero aún queda trabajo por hacer.

Muchos de los detalles del acuerdo no se conocieron de inmediato, pero los funcionarios de la UE dijeron que se aclararán en una declaración conjunta que debería estar terminada para el 1 de agosto.

En las próximas semanas habrá nuevas negociaciones para alcanzar un acuerdo en toda regla. Incluso Alemania dijo que hay que seguir trabajando, también en el sector siderúrgico.

Trump dijo que el acuerdo, que incluye una promesa de inversión que supera el acuerdo firmado con Japón la semana pasada, ampliará los lazos entre las potencias transatlánticas tras años de lo que calificó de trato injusto a los exportadores estadounidenses.

El paquete de Japón consistirá en capital, préstamos y garantías de agencias estatales de hasta 550.000 millones de dólares que se invertirán a discreción de Trump, según Tokio. En cambio, los funcionarios comunitarios dijeron que la promesa de inversión de 600.000 millones de dólares de la UE se basa en las inversiones previstas combinadas del sector privado expresadas por las empresas europeas.

El pacto aportará claridad a los fabricantes europeos de autos, aviones y productos químicos. No obstante, la UE esperaba inicialmente un acuerdo arancelario de cero por cero. Y el gravamen referencial del 15%, aunque supone una mejora respecto a la tasa amenazada del 30%, se compara con una media para las importaciones estadounidenses de alrededor del 2,5% el año pasado antes del regreso de Trump a la Casa Blanca.

(Reporte adicional de Sudip Kar-Gupta, Jan Strupczewski, Julia Payne y Adam Jourdan; escrito por Ingrid Melander; editado en español por Patrycja Dobrowolska y Carlos Serrano)

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