Por Gabriel Burin
28 jul (Reuters) – La actual recuperación económica de Argentina se moderará a un ritmo normal en el período previo a las elecciones legislativas de medio término de octubre, según un sondeo de Reuters.
A principios de 2025, la tercera economía de América Latina, por detrás de Brasil y México, se recuperó con fuerza tras una recesión de dos años.
El consumo se vio favorecido por una drástica caída de la inflación gracias a la “motosierra” (recortes) del Gobierno del Presidente Javier Milei, que apuntaló los resultados fiscales, al tiempo que se enfrentaba a intensas críticas sociales.
Pero los argentinos están limitando algunos planes de gasto e inversión en un contexto de debilitamiento del mercado laboral, resurgimiento de las preocupaciones monetarias y endurecimiento de las condiciones crediticias.
Según la mediana de las estimaciones entre 28 analistas encuestados entre el 21 y el 25 de julio, el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá en 2026 a un ritmo todavía decente del 3,4%, frente al 5,0% previsto para este año.
Se prevé que la inflación descienda al 23% en 2026, frente al 42% previsto para este año.
“El crecimiento se estancó en los últimos meses como resultado del aplanamiento de los salarios reales, el aumento de la incertidumbre y la desaceleración del crédito por una política monetaria restrictiva”, dijo Federico Filippini, jefe de investigación de Adcap.
“Las previsiones para el próximo año están muy influidas por las próximas elecciones y la capacidad del Gobierno para avanzar en su programa de reformas”, añadió.
La actividad económica incumplió las previsiones de los analistas en mayo en términos anuales y prácticamente se estancó respecto a los niveles de abril, según mostraron los últimos datos de un indicador adelantado.
Las empresas están sufriendo las consecuencias de los elevados tipos de interés derivados de la adopción de un sistema de oferta monetaria basado en el mercado, en línea con un programa de 20.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) firmado en abril.
La aplicación del nuevo marco también afectó a los activos locales, sacudidos por las tensiones cambiarias provocadas por el agotamiento de las entradas de dólares procedentes de las exportaciones agrícolas.
“La volatilidad continuará, pero menos que en las últimas semanas, con las tasas de interés moviéndose más libremente y las exportaciones agrícolas manteniéndose bajas hasta fin de año”, dijo Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres.
Un desembolso previsto de 2.000 millones de dólares del FMI debería contribuir a calmar la ansiedad del mercado antes de la votación de octubre, al reforzar las mermadas reservas internacionales de Argentina.
Incapaz de acudir a los mercados internacionales de deuda debido a la elevada prima de riesgo del país, el gobierno ha recibido algún alivio adicional a través de ventas especiales de bonos, así como de acuerdos de recompra bancaria.
Sin embargo, las crecientes importaciones derivadas de la apertura económica de Milei mantienen bajo presión el balance del banco central, a pesar del aumento de las exportaciones energéticas y mineras.
Para hacer frente a este problema, muchos peronistas que hacen campaña para las elecciones de octubre quieren volver a una combinación de políticas de devaluación, proteccionismo y promoción industrial.
Los votantes rechazaron este enfoque en las urnas en 2023, cuando el partido La Libertad Avanza de Milei ganó unas elecciones presidenciales prometiendo recortar el tamaño del Estado.
Ahora el oficialismo aventaja en las encuestas a los peronistas, cuyas rivalidades internas estallaron después de que su líder, Cristina Fernández de Kirchner, fuera puesta bajo arresto domiciliario por corrupción.
Los inversores esperan que Milei impulse agresivamente la agenda “libertaria” si su partido gana más bancas en el Congreso, recreando la transformación económica de Argentina de la década de 1990.
“Podríamos ver una rediscusión de las reformas que se intentaron durante la actual legislatura pero fracasaron… por ejemplo, reformas laborales e impositivas integrales, potencialmente también una reforma de las pensiones”, escribieron los analistas de Citi en un informe.
“El nuevo Congreso también podría dar impulso a las privatizaciones de algunas empresas estatales que podrían requerir sólo una mayoría simple – Banco Nación, (empresa de agua) AySA y Aerolíneas Argentinas”, agregaron.
(Reporte de Gabriel Burin; Traducido por Walter Bianchi; Editado por Hernán Nessi)