Por Xiuhao Chen y Liz Lee
PEKÍN, 29 jul (Reuters) – Las condiciones meteorológicas extremas causaron la muerte de al menos 30 personas en Pekín tras caer el equivalente a un año de lluvias en cuestión de días, poniendo a prueba la capacidad de gestión de catástrofes de la capital china y llevando a algunos expertos a calificar la ciudad de trampa de lluvia.
Gran parte de la lluvia inundó el norte montañoso de Pekín, cerca de la Gran Muralla, y se registraron 28 muertes en el condado de Miyun y dos en Yanqing, según informó el martes la agencia oficial de noticias Xinhua. No precisó cuándo ni cómo se produjeron las muertes.
Las fuertes lluvias comenzaron el pasado miércoles y se intensificaron en torno a Pekín y las provincias circundantes el lunes, con precipitaciones de hasta 543,4 mm en los condados del norte de la capital, según Xinhua. La precipitación media anual en Pekín es de unos 600 mm.
“La cantidad acumulada de precipitaciones ha sido extremadamente alta, alcanzando el 80-90% del total anual en tan solo unos días en algunas zonas”, dijo Xuebin Zhang de la Universidad de Victoria en Canadá y director general del Consorcio de Impactos Climáticos del Pacífico.
“Muy pocos sistemas están diseñados para soportar un volumen tan intenso de precipitaciones en un período tan corto”, añadió Zhang.
La topografía local, montañas al oeste y al norte, “atrapó” el aire húmedo y lo obligó a ascender, potenciando la extraordinaria cantidad de precipitaciones, explicó.
En el norte de China, habitualmente árido, se han registrado precipitaciones récord en los últimos años, y algunos científicos las relacionan con el calentamiento global.
En el verano de 2023, las fuertes lluvias e inundaciones causaron la muerte de al menos 33 personas en Pekín. Las precipitaciones en la ciudad de Xingtai, en la provincia vecina de Hebei, superaron los 1.000 mm en dos días, el doble de la media anual.
A última hora del lunes, el presidente Xi Jinping dijo que se habían producido “numerosas víctimas y pérdidas materiales” en Pekín y en las provincias de Hebei, Jilin y Shandong, y ordenó “todos los esfuerzos” de búsqueda y rescate.
Más de 80.000 residentes de Pekín habían sido realojados, informó Xinhua, con carreteras e infraestructuras de comunicación dañadas y el suministro eléctrico cortado en 136 pueblos durante la noche.
Las lluvias más intensas se produjeron el sábado en Huairou, una zona montañosa de Pekín, donde llovieron 95,3 mm en una hora.
El lunes, en Miyun, algunas personas quedaron atrapadas en un centro de atención a ancianos al subir el nivel del agua hasta casi el tejado. Los servicios de rescate nadaron hasta el edificio y utilizaron cuerdas para sacar a 48 personas.
El martes se cerraron parques, bibliotecas y museos, incluido el Museo del Palacio en la Ciudad Prohibida. Se suspendieron los servicios de tren y autobús en las afueras y a lo largo de las vías fluviales. Cientos de vuelos fueron cancelados o retrasados en los dos aeropuertos de Pekín, según informaron medios de comunicación estatales.
(Información de Xiuhao Chen y Liz Lee en Pekín y Farah Master en Hong Kong; edición de Stephen Coates y Saad Sayeed; edición en español de María Bayarri Cárdenas)