Por Nidal al-Mughrabi
EL CAIRO, 3 ago (Reuters) – Seis personas más murieron de hambre y desnutrición en Gaza en las últimas 24 horas, según informó el domingo el Ministerio de Sanidad, al tiempo que Israel permitía el suministro de combustible al enclave, sumido en una catástrofe humanitaria tras casi dos años de guerra.
Las nuevas muertes elevan a 175 el número de víctimas de lo que, según las agencias humanitarias internacionales, podría ser una hambruna, incluidos 93 niños, desde el comienzo de la guerra, según el ministerio.
La cadena de televisión estatal egipcia Al Qahera News TV declaró que dos camiones con 107 toneladas de gasóleo estaban a punto de entrar en Gaza, meses después de que Israel restringiera severamente el acceso de ayuda al enclave antes de suavizarlo un poco cuando empezó a extenderse la hambruna.
COGAT, la agencia militar israelí que coordina la ayuda, dijo más tarde en el día que cuatro camiones cisterna de combustible de la ONU habían entrado para ayudar en las operaciones de hospitales, panaderías, cocinas públicas y otros servicios esenciales.
No hubo confirmación inmediata de si los dos camiones de combustible diesel habían entrado en Gaza desde Egipto.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha afirmado que la escasez de combustible ha perjudicado gravemente a los servicios hospitalarios, obligando a los médicos a centrarse en tratar únicamente a pacientes gravemente enfermos o heridos.
Los envíos de combustible han sido escasos desde marzo, cuando Israel restringió el flujo de ayuda al enclave en lo que dijo era una presión sobre los militantes de Hamás para liberar a los rehenes restantes que tomaron en su ataque de octubre de 2023 contra Israel.
Israel culpa a Hamás del sufrimiento en Gaza pero, en respuesta a la creciente indignación internacional, anunció la semana pasada medidas para permitir que llegue más ayuda a la población, como la interrupción de los combates durante parte del día en algunas zonas, la aprobación de lanzamientos aéreos y el anuncio de rutas protegidas para los convoyes de ayuda.
Las agencias de la ONU afirman que los lanzamientos aéreos son insuficientes y que Israel debe permitir que llegue mucha más ayuda por tierra y abrir el acceso al territorio para evitar la hambruna entre sus 2,2 millones de habitantes, la mayoría de los cuales están desplazados entre vastas franjas de escombros.
(Reportaje de Nidal Al-Mughrabi y Jaida Taha; información adicional de Menna Alaa El-Din y Maayan Lubell; Editado en español por Juana Casas)