El nacionalista Nawrocki jura su cargo como presidente de Polonia

Por Barbara Erling y Alan Charlish

VARSOVIA, 6 ago (Reuters) – Karol Nawrocki, historiador conservador y partidario del movimiento MAGA (Make America Great Again, “Volvamos a hacer grande a Estados Unidos”), liderado por Donald Trump, juró el cargo de presidente de Polonia el miércoles y preparó el terreno para un conflicto con el Gobierno centrista y unas relaciones potencialmente más frías con Ucrania.

Nawrocki prestó juramento presidencial en una ceremonia celebrada en el Parlamento polaco.

La victoria electoral de Nawrocki, que contaba con el apoyo del partido nacionalista de la oposición Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), asestó un duro golpe a las esperanzas del primer ministro, Donald Tusk, de consolidar el rumbo pro Unión Europea que ha marcado para el mayor miembro oriental del bloque y dejó a su Gobierno tambaleándose en las encuestas.

Polonia se prepara ahora para una continuación de la situación de estancamiento vivida bajo el mandato del presidente nacionalista saliente Andrzej Duda, ya que Nawrocki puede utilizar sus poderes de veto para frenar una agenda gubernamental que incluye la retirada de las reformas judiciales aplicadas por el PiS, que según los críticos socavaban la independencia de los tribunales.

Nawrocki también puede suponer un quebradero de cabeza para el Gobierno al proponer medidas como recortes fiscales que probablemente sean populares entre muchos votantes, pero difíciles de aplicar para una Administración con un presupuesto ajustado.

El presidente entrante ha dicho que actualmente no ve un lugar para Ucrania en la OTAN o la UE, un marcado cambio de tono en comparación con Duda.

Mientras que Tusk ha dicho que la Unión Europea debería desempeñar un papel más importante en materia de defensa junto a la OTAN, el PiS y Nawrocki han argumentado que esto socavaría la alianza de Polonia con Estados Unidos.

“Estados Unidos es, sin duda, nuestro socio prioritario”, dijo el portavoz de Nawrocki, Rafal Leskiewicz.

Sin embargo, el hecho de que el antiguo director del Instituto del Recuerdo Nacional sea un recién llegado a la política, poco conocido por el público antes de que el PiS se volcara en su apoyo, significa que hay mucha incertidumbre sobre cómo resultará su presidencia, dicen los observadores políticos.

Nawrocki salió victorioso de una tumultuosa campaña en la que las acusaciones sobre su pasado, entre ellas que adquirió una segunda propiedad a un anciano a cambio de una promesa de cuidados que no le prestó, dominaron con frecuencia los titulares.

Nawrocki negó las acusaciones, aunque admitió haber participado en una pelea organizada entre ultras de fútbol, lo que reforzó la imagen de tipo duro que el boxeador aficionado ya había intentado cultivar.

Tras las elecciones, los partidarios del candidato liberal derrotado, Rafal Trzaskowski, presentaron miles de quejas ante el Tribunal Supremo por irregularidades en algunos colegios electorales. Sin embargo, las irregularidades no fueron suficientes para alterar materialmente el resultado.

El PiS acusa a sus oponentes liberales de intentar subvertir la voluntad del pueblo y sus partidarios planean marchar en la capital el día de la investidura.

“Quien pueda, que venga a Varsovia (…) para la toma de posesión del presidente”, escribió en X el legislador del PiS Michal Wojcik. “Mostremos que los patriotas están con Karol Nawrocki en este día tan importante”.

(Información de Alan Charlish, Barbara Erling y Pawel Florkiewicz; edición de Alex Richardson; editado en español por Patrycja Dobrowolska)

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