Por David Latona, Susana Vera y Charlie Devereux
CUBO DE BENAVENTE, EspañaA, 11 ago (Reuters) – El calor extremo y los fuertes vientos provocaron “torbellinos de fuego” mientras un incendio calcinaba varias casas y obligaba a evacuar a cientos de personas de las inmediaciones de un parque nacional declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el norte de España, según informaron el lunes las autoridades.
Trece incendios se declararon en el norte de Castilla y León y unas 700 personas tuvieron que abandonar sus casas en media decena de pueblos.
Cuatro de ellos seguían activos, según informó el lunes por la mañana Juan Carlos Suárez-Quiñones, responsable de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Los bomberos habían extinguido los otros nueve.
Las altas temperaturas del domingo habían provocado los llamados remolinos de fuego cerca del parque de Las Médulas, obligaron a los bomberos a retirarse y quemaron algunas casas en el pueblo cercano, según Suárez-Quiñones.
“Cuando hay temperaturas como ya en torno a 40° en una zona muy constreñida de valle y de repente entra en una zona más abierta y oxigenada, se produce una bola de fuego, un torbellino de fuego”, explicó.
“Este fenómeno que se produjo, fenómeno explosivo y sorpresivo, fue muy peligroso. Desbarató el trabajo que se había hecho y nos hizo prácticamente empezar otra vez de cero”, añadió.
Los científicos afirman que el aumento de la temperatura y la sequedad de los veranos de la región mediterránea la exponen a un alto riesgo de incendios. Una vez iniciados, la vegetación seca y los fuertes vientos pueden hacer que se propaguen rápidamente y ardan sin control, lo que a veces provoca remolinos de fuego.
El lunes continuaba la prolongada ola de calor en España, donde las temperaturas alcanzarán los 42 grados en algunas regiones.
Domingo Aparicio, de 77 años, fue evacuado el domingo a un pueblo cercano desde su casa en Cubo de Benavente después de que ardiera un almacén frente a su vivienda.
“¿Cómo me voy a sentir? Impacta siempre a la gente cercana a la catástrofe”, dijo.
Según Suárez-Quiñones, dos o tres incendios pueden haber sido provocados por rayos, pero hay indicios de que la mayoría fueron provocados, lo que calificó de “terrorismo medioambiental”.
En el norte de la vecina Portugal, cerca de 700 bomberos luchaban contra un incendio declarado el sábado en Trancoso, a unos 350 kilómetros al noreste de Lisboa.
En lo que va de año han ardido unas 52.000 hectáreas, el 0,6% de la superficie total de Portugal, una cifra que supera en unas 10.000 hectáreas el promedio del periodo 2006-2024, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales.
Los bomberos también estaban luchando contra las llamas en Navarra, en el noreste de España, y en Huelva, en el suroeste, según las autoridades.
(Información de David Latona y Susana Vera en Cubo de Benavente, Charlie Devereux en Madrid y Andrei Khalip en Lisboa; edición de Olivier Holmey; edición en español de Paula Villalba)