Por Michelle Nichols
NACIONES UNIDAS, 22 ago (Reuters) – La hambruna ha golpeado una zona de Gaza y es probable que se extienda durante el próximo mes, según determinó el viernes un monitor mundial del hambre, una evaluación que aumentará la presión sobre Israel para que permita la entrada de más ayuda humanitaria en el enclave palestino, devastado por la guerra.
El sistema de Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) señaló que 514.000 personas, casi una cuarta parte de los palestinos de Gaza, padecen hambruna y que esa cifra aumentará a 641.000 a finales de septiembre.
Unas 280.000 de esas personas se encuentran en una región del norte que abarca la ciudad de Gaza, conocida como gobernación de Gaza, y que, según la CIF, se encuentra en hambruna, su primera determinación de este tipo en el enclave. El resto se encuentra en Deir al-Balah y Jan Yunis, zonas del centro y del sur que, según las previsiones de la CIF, estarán en hambruna a finales del mes próximo.
Israel tachó el informe de “falso y tendencioso” y el organismo militar que coordina las entregas de ayuda a Gaza afirmó que la CIF había basado su estudio en “datos parciales procedentes de la organización terrorista Hamás”.
Para que una región sea clasificada como en hambruna, al menos el 20% de la población debe estar sufriendo una escasez extrema de alimentos, con uno de cada tres niños con desnutrición aguda y dos personas de cada 10.000 muriendo diariamente por inanición o desnutrición y enfermedad.
Aunque una región no ha sido clasificada aún como en hambruna porque no se han alcanzado esos umbrales, la CIF puede determinar que los hogares de la zona están sufriendo condiciones de hambruna, que describe como inanición, indigencia y muerte.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, afirmó el viernes que la hambruna en Gaza es consecuencia directa de las acciones de Israel y advirtió de que las muertes por inanición podrían constituir un crimen de guerra.
El análisis de la CIF se conoce después de que Reino Unido, Canadá, Australia y muchos países europeos declararan que la crisis humanitaria había alcanzado “niveles inimaginables” tras casi dos años de guerra entre Israel y Hamás.
El secretario general de la ONU, António Guterres, lleva tiempo advirtiendo de una “catástrofe humanitaria épica” en el enclave de más de dos millones de personas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el mes pasado que muchas personas allí estaban muriendo de hambre, lo que lo puso en desacuerdo con algunos miembros de su partido republicano, que han apoyado incondicionalmente la posición del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que no había hambruna.
ISRAEL CONTROLA EL ACCESO A GAZA
Israel controla todas las entradas a Gaza. COGAT, la agencia militar israelí que coordina la ayuda, dijo el viernes que el informe de la CIF ignoraba los datos israelíes sobre las entregas de ayuda y pasaba por alto un reciente aumento de los suministros de alimentos llevados al territorio.
“COGAT rechaza firmemente la afirmación de hambruna en la Franja de Gaza y en particular en la ciudad de Gaza”, declaró la agencia, denunciando el informe como “poco profesional”.
La ONU lleva mucho tiempo quejándose de los obstáculos para hacer llegar la ayuda a Gaza y distribuirla por la zona de guerra, y culpa de los impedimentos a Israel y a la anarquía. Israel ha criticado la operación dirigida por la ONU y acusa a Hamás de robar la ayuda, lo que los milicianos niegan.
La CIF señaló que el análisis publicado el viernes solo cubría a las personas que vivían en las provincias de Gaza, Deir al-Balah y Jan Yunis. No pudo clasificar la gobernación del norte de Gaza debido a las restricciones de acceso y a la falta de datos y excluyó a la población restante en la región meridional de Ráfah, ya que está prácticamente deshabitada.
Es la quinta vez en los últimos 14 años que la CIF, una iniciativa en la que participan 21 grupos de ayuda, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones regionales y que está financiada por la Unión Europea, Alemania, Reino Unido y Canadá, determina la existencia de una hambruna.
La CIF ha determinado anteriormente que hubo hambruna en zonas de Somalia en 2011, Sudán del Sur en 2017 y 2020, y Sudán en 2024. La CIF afirma que no declara la hambruna, sino que proporciona análisis para que los Gobiernos y otros actores lo hagan.
Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada esta semana reveló que el 65% de los estadounidenses cree que Estados Unidos debería ayudar a los hambrientos de Gaza.
Israel ha contado durante mucho tiempo con Estados Unidos, su aliado más poderoso, para ayuda militar y apoyo diplomático. Una erosión del apoyo público estadounidense sería una señal preocupante para Israel, que no solo se enfrenta a los milicianos de Hamás en Gaza, sino también a un conflicto no resuelto con Irán, su archienemigo regional.
La guerra de Gaza se desencadenó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás mató a 1.200 personas en el sur de Israel y tomó unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes. Desde entonces, la campaña militar israelí ha matado a más de 62.000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Estados Unidos, Qatar y Egipto han intentado mediar para poner fin al conflicto.
(Información de Michelle Nichols; edición de Don Durfee, Stephen Coates, Crispian Balmer y William Maclean; editado en español por Patrycja Dobrowolska)