SpaceX pospone el vuelo de prueba de Starship por un problema en el sistema de tierra

Por Joey Roulette

25 ago (Reuters) – SpaceX, de Elon Musk, suspendió el domingo el lanzamiento de la décima misión de Starship desde Texas por un problema en su centro de lanzamiento, lo que retrasó su intento de alcanzar varios ojetivos de desarrollo fijados hace tiempo y que no se habían logrado debido a que las pruebas anteriores fracasaron al poco de iniciarse.

El cohete Super Heavy, de 70,7 metros de altura, y su mitad superior Starship, de 52 metros de altura, estaban apilados en un soporte de lanzamiento en las instalaciones de cohetes Starbase de SpaceX mientras se llenaban de propulsante antes del despegue previsto para las 2335 GMT. 

Sin embargo, a unos 30 minutos del despegue, SpaceX dijo en la red social X que lo detenía para solucionar un problema con los sistemas de tierra.

Musk estaba a punto de actualizar el progreso del desarrollo de Starship antes del lanzamiento del cohete el domingo, pero una transmisión en directo indicó que se había cancelado.

En el pasado, aplazamientos similares se resolvieron en cuestión de días. Según su sitio web, SpaceX prevé que el próximo intento de lanzamiento de Starship tenga lugar el mismo lunes 25 de agosto.

El desarrollo de la próxima generación de cohetes de SpaceX, el centro del futuro del potente negocio de lanzamientos de la empresa y de las ambiciones de Musk en Marte, se ha enfrentado a repetidos contratiempos este año.

Dos fallos en las pruebas de Starship al principio del vuelo, otro fallo en el espacio en su noveno vuelo y una enorme explosión en el banco de pruebas en junio que mandó los restos del cohete hasta el territorio cercano de México han puesto a prueba el enfoque de desarrollo de prueba y fallo de SpaceX.

Aun así, la empresa ha seguido produciendo rápidamente nuevas naves estelares para vuelos de prueba en sus extensas instalaciones de producción Starbase. La NASA espera utilizar el cohete en 2027 para su primer alunizaje tripulado desde el programa Apolo.

Los contratiempos ponen de relieve la complejidad técnica de la última versión de Starship, dotada de muchas más capacidades, como un mayor impulso, un escudo térmico potencialmente más resistente y alerones de dirección más fuertes, cruciales para ejecutar con precisión su reentrada atmosférica, rasgos clave para la rápida reutilización del Starship que Musk lleva mucho tiempo esforzándose en alcanzar.

Se esperaba que el sistema apilado despegara de Texas hacia el atardecer del domingo antes de que su etapa superior Starship se separara del propulsor Super Heavy a decenas de kilómetros de altitud. El Super Heavy, que ha regresado a su plataforma de lanzamiento en brazos mecánicos gigantes en pruebas anteriores, habría tenido como objetivo el golfo de México para un aterrizaje en agua blanda con el fin de probar una configuración de motor de reserva.

La nave debía encender brevemente sus propios motores para lanzarse al espacio, donde habría intentado liberar su primer lote de satélites Starlink simulados y volver a encender un motor en una trayectoria suborbital alrededor del planeta.

Tras esa fase, la nave tenía como objetivo una reentrada en la atmósfera sobre el océano Índico, una fase de vuelo crucial que pone a prueba una serie de prototipos de placas de escudo térmico y alerones de motor diseñados para soportar un calor abrasador que ha destrozado en gran medida el exterior del cohete durante vuelos anteriores.

“El perfil de reentrada de Starship está diseñado para forzar intencionadamente los límites estructurales de los alerones traseros de la etapa superior en el punto de máxima presión dinámica de entrada”, explica SpaceX en su página web.

(Información de Joey Roulette; Información adicional de Nilutpal Timsina; edición de Richard Chang, Diane Craft, Sandra Maler y Lincoln Feast; edición en español de María Bayarri Cárdenas)

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