La cifra de muertos por el terremoto de Afganistán alcanza los 1.400

Por Mohammad Yunus Yawar, Sayed Hassib y Charlotte Greenfield

KABUL, Afganistán, 2 sep (Reuters) -El número de víctimas mortales del peor terremoto ocurrido en Afganistán en los últimos años se elevó el martes a más de 1.400, y miles resultaron heridas, según las autoridades, mientras las dificultades del terreno obstaculizaban las labores de rescate en las aldeas aisladas de la montañosa región oriental del país.

Al menos 1.411 personas han muerto, 3.124 han resultado heridas y más de 5.400 casas han quedado destruidas, dijo el portavoz del Gobierno talibán, Zabihullah Mujahid.

Se teme que haya más personas atrapadas bajo los escombros, según la Media Luna Roja Afgana, un grupo humanitario que trabaja en la región. El coordinador de la ONU en Afganistán dijo que era probable que el número de víctimas aumentara.

Afganistán es propenso a terremotos mortales, sobre todo en la cordillera del Hindu Kush, donde confluyen las placas tectónicas india y euroasiática.

El seísmo, de magnitud 6, se produjo hacia la medianoche del lunes, hora local (1930 GMT), a una profundidad de 10 kilómetros, y las provincias orientales de Kunar y Nangarhar fueron las más afectadas.

El lunes se llevaron a cabo operaciones de rescate en cuatro aldeas de Kunar tras el seísmo y ahora los esfuerzos se centrarán en llegar a zonas montañosas más remotas, dijo Ehsanullah Ehsan, jefe provincial de gestión de catástrofes.

“No podemos predecir con exactitud cuántos cuerpos podrían estar aún atrapados bajo los escombros”, dijo Ehsan. “Lo que intentamos es completar estas operaciones lo antes posible y empezar a distribuir ayuda a las familias afectadas”.

El terreno montañoso y las inclemencias del tiempo han dificultado el acceso de los equipos de rescate a las zonas remotas situadas a lo largo de la frontera pakistaní, donde el seísmo arrasó casas de adobe.

El principal obstáculo para las labores de socorro era el acceso de vehículos a las estrechas carreteras de montaña, dijo Ehsan, quien añadió que se estaba utilizando maquinaria para limpiar las carreteras de escombros.

El martes, una fila de ambulancias se encontraba en la carretera de montaña dañada intentando llegar a los pueblos de Kunar, mientras los helicópteros volaban llevando suministros de ayuda y trasladando a los heridos a los hospitales, según un testigo de Reuters.

Algunos de los heridos han sido trasladados a hospitales de Kabul y de la provincia adyacente de Nangarhar, dijo Ehsan.

Miles de niños corrían peligro, advirtió el martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por su acrónimo en inglés).

UNICEF dijo que estaba enviando medicinas, ropa de abrigo, tiendas y lonas para refugio, así como artículos de higiene como jabón, detergente, toallas, compresas y cubos de agua.

Soldados talibanes se desplegaron en la zona para proporcionar ayuda y seguridad. La catástrofe ha puesto aún más en aprietos al Gobierno talibán del país devastado por la guerra, que ya está lidiando con una fuerte caída de la ayuda extranjera y las deportaciones de cientos de miles de afganos por parte de los países vecinos.

“Las organizaciones nacionales e internacionales están presentes en la zona, han organizado su asistencia y, si Dios quiere, la ayuda se distribuirá de forma ordenada”, dijo Ehsan.

Los equipos de rescate y las autoridades intentan deshacerse rápidamente de los cadáveres de los animales para minimizar el riesgo de contaminación de los recursos hídricos, dijo el lunes un representante de la ONU.

“Las carreteras dañadas, las continuas réplicas y la remota ubicación de muchas aldeas dificultan gravemente la entrega de ayuda”, dijo la Organización Mundial de la Salud en un informe de situación, en el que añadía que más de 12.000 personas se habían visto afectadas por el seísmo.

“La fragilidad del sistema sanitario antes del seísmo significa que la capacidad local está desbordada, lo que crea una dependencia total de los agentes externos”, decía el informe.

Afganistán es propenso a terremotos mortales, sobre todo en la cordillera del Hindu Kush, donde confluyen las placas tectónicas india y euroasiática.

Un terremoto de magnitud 6,1 que mató a 1.000 personas en la región oriental en 2022 fue la primera catástrofe natural de importancia a la que se enfrentó el Gobierno talibán.

(Información de Sayed Hassib en Mazar Dara, provincia de Kunar, Mohammad Yunus Yawar en Kabul y Charlotte Greenfield en Islamabad; redacción de Sudipto Ganguly y edición de Michael Perry;,, YP Rajesh y Raju Gopalakrishnan; edición en español de María Bayarri Cárdenas y Jorge Ollero Castela)

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