Por Philip Blenkinsop
BRUSELAS, 3 sep (Reuters) -La Comisión Europea se disponía a presentar el miércoles para su aprobación un acuerdo comercial de la UE con el bloque Mercosur, con la esperanza de convencer a los principales críticos del pacto -Francia, Polonia y los agricultores europeos-, con promesas de salvaguardas.
La Unión Europea y el bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay alcanzaron el acuerdo de libre comercio en diciembre, unos 25 años después de que se iniciaran las negociaciones.
Ahora se someterá a la aprobación de la UE, lo que requerirá una votación en el Parlamento Europeo y una mayoría calificada de los Estados del bloque, es decir, 15 de los 27 miembros que representan el 65% de la población de la UE. Ninguna de las dos cosas está garantizada.
La Comisión y algunos defensores del pacto, como Alemania y España, dicen que el acuerdo ofrece una forma de compensar la pérdida de comercio debido a los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de reducir la dependencia de China, en particular para los minerales críticos.
Francia, el mayor productor de carne vacuna de la UE y el principal detractor del acuerdo, lo ha calificado de “inaceptable”, mientras que Polonia, otro peso pesado de la agricultura, ha expresado reiteradamente su oposición.
Con la esperanza de disipar sus preocupaciones, la Comisión propondrá un mecanismo por el cual el acceso preferencial al Mercosur para productos agrícolas sensibles como la carne vacuna podría suspenderse si la cuota de mercado o los volúmenes importados aumentaran un 10% o si los precios cayeran en esa cantidad, dijo un funcionario europeo.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, dijo el miércoles que su país seguía oponiéndose al acuerdo, pero que ya no contaba con otros socios que lo bloquearan. Por lo tanto, es esencial contar con una medida de defensa de este tipo, afirmó.
El ejecutivo de la UE ha dicho que el acuerdo con el Mercosur es el mayor que ha firmado jamás en términos de reducciones arancelarias y es una parte necesaria del esfuerzo del bloque para diversificar los lazos comerciales.
Desde la reelección de Trump en noviembre, la UE ha intensificado la búsqueda de alianzas comerciales acelerando las conversaciones con India, Indonesia y Emiratos Árabes Unidos y profundizando los lazos con los actuales socios de libre comercio, Reino Unido, Canadá y Japón.
La Comisión también presentará el miércoles la actualización del acuerdo entre la UE y México, alcanzado en enero.
Los agricultores europeos han protestado repetidamente alegando que el acuerdo daría lugar a importaciones baratas de productos sudamericanos, sobre todo carne vacuna, que no cumplen las normas ecológicas y de seguridad alimentaria de la UE. La Comisión lo ha negado.
Grupos ecologistas europeos también se oponen al acuerdo. Amigos de la Tierra lo ha calificado de “destructor del clima”.
Esperan que sea bloqueado, ya sea en el Parlamento, donde los Verdes y la extrema derecha son críticos, o por los Gobiernos de la UE, a los que les faltaría la mayoría necesaria si, como podría ocurrir, Polonia e Italia se unen a Francia en su oposición.
Los defensores del acuerdo en la UE ven en el Mercosur un mercado creciente para los automóviles, la maquinaria y los productos químicos europeos y una fuente confiable de minerales críticos para su transición ecológica, como el litio, metal de las baterías, por el que Europa depende ahora de China.
También apuntan a los beneficios agrícolas, ya que el acuerdo ofrecería un mayor acceso y aranceles más bajos para los quesos, el jamón y el vino de la UE.
(Reporte de Philip Blenkinsop; editado en español de Jorge Ollero Castela y Lucila Sigal)