Undécima etapa de la Vuelta queda sin ganador por protestas del público en la línea de meta

3 sep (Reuters) – La Vuelta a España no tuvo ganador en la undécima etapa del miércoles, después de que los organizadores ordenaron el término de la carrera a tres kilómetros de la línea de meta debido a los disturbios causados por manifestantes propalestinos en la meta de Bilbao.

“Por motivos de seguridad, los tiempos de la clasificación general se tomarán a 3 kilómetros de la línea de meta. No habrá ganador de etapa. Sí se mantienen los puntos de la montaña y los logrados en el sprint intermedio, pero no se otorgarán puntos para la clasificación por puntos”, anunció el director de carrera en Radio Vuelta.

Los disturbios comenzaron pronto, cuando la carrera se detuvo en la zona neutral después de que manifestantes que portaban una pancarta se concentraron en la carretera antes de ser apartados por la policía. Más tarde, los manifestantes cruzaron la carretera con una pancarta delante del pelotón, que pudo pasar sin problemas, y a lo largo de todo el recorrido se mezclaron banderas vascas y palestinas.

La etapa de 157,4 kilómetros, con salida y llegada en Bilbao, se encontraba en los últimos 20 kms cuando se produjo el anuncio, mientras los principales corredores de la clasificación general luchaban por delante del pelotón.

El líder de la carrera, Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike), y el británico Tom Pidcock (Q36.5 Pro Cycling Team) se escaparon de sus rivales en los kilómetros finales, llegando a la prematura meta en primer lugar.

Pidcock hizo su movimiento en la subida final, Alto de Pike, y Vingegaard fue el único capaz de seguirle, dejando atrás a Joao Almeida (UAE Team Emirates-XRG), que comenzó el día tercero en la general y a 38 segundos del líder.

Después de que el pelotón frustró las primeras escapadas, un grupo de 12 hombres que incluía a la mayoría de los aspirantes a la general dejó atrás al pelotón cerca de la cima de El Vivero, a 24 kms de la línea de meta.

La carrera ya había pasado por el tramo final a principios de la etapa, con la policía luchando por contener a los cientos de manifestantes que ondeaban banderas palestinas.

“Pasamos por la línea de meta y ya los vimos en la carretera, creo que la policía los mantuvo alejados”, dijo Vingegaard. “Hubo un momento en el que intentaron bloquearnos en la penúltima subida, pero pasamos”.

La carrera tuvo un final surrealista, con Vingegaard y Pidcock sin saber exactamente dónde estaba la nueva línea de meta.

“Es difícil describir la decepción, la verdad”, dijo Pidcock. “Sentía que hoy era mi día. Siento que siempre debería haber una línea de meta”, agregó, al tiempo que lanzó un mensaje para los manifestantes: “Ponernos en peligro no va a ayudar a su causa”.

Vingegaard también se mostró decepcionado, ya que tenía un motivo especial para ir a por la victoria de etapa. “Es el cumpleaños de mi hijo, hoy cumple un año, así que quería ganar por él. Hemos trabajado todo el día para ello y no tener la oportunidad es obviamente una gran pena”, señaló.

Antes de la etapa, la Asociación de Ciclistas Profesionales había pedido un aumento de la seguridad en la Vuelta, tras una serie de incidentes con manifestantes que suscitaron preocupación por la seguridad de los corredores, con el equipo Israel-Premier Tech como principal objetivo.

Hubo incidentes en la etapa 10 del martes, que provocaron la caída de un corredor, y también durante la contrarreloj por equipos de la quinta etapa, cuando el Israel-Premier Tech fue detenido en la carretera por un grupo de manifestantes que portaban banderas palestinas.

(Reporte de Trevor Stynes; editado en español por Carlos Serrano)

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