Por Charlie Devereux
MADRID, 4 sep (Reuters) – Según un análisis de World Weather Attribution, las condiciones de calor, sequedad y viento de este verano, que provocaron los peores incendios en España desde hace al menos tres décadas, tienen 40 veces más probabilidades de repetirse debido al cambio climático provocado por el hombre.
World Weather Attribution es una colaboración internacional que ha realizado más de 110 estudios sobre la posible influencia del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos.
Según los datos meteorológicos analizados por un grupo de 13 científicos, es probable que las condiciones extremas que provocaron los incendios del mes pasado en el noroeste de la Península Ibérica, incluido Portugal, se repitan cada 15 años debido al clima actual.
El clima es 1,3 grados Celsius más cálido en comparación con los niveles preindustriales, cuando se esperaría que tales eventos ocurrieran cada 500 años.
Los incendios han arrasado este verano más de un millón de hectáreas en la Unión Europea, de las cuales dos tercios corresponden a España y Portugal.
Los incendios mataron al menos a ocho personas, obligaron a evacuar a miles y cortaron el tráfico ferroviario y de autopistas en varias zonas. Coincidieron con una ola de calor de 16 días, la más intensa desde que se tienen registros.
“El clima extremo es cada vez más frecuente, pero las muertes y los daños son evitables”, afirmó Theodore Keeping, investigador del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres.
“En el caso de los incendios, urge controlar la vegetación en las zonas rurales, sobre todo en las tierras abandonadas por agricultores y pastores”, añadió. “En última instancia, sin embargo, el mundo necesita dejar de quemar petróleo, gas y carbón.”
Las olas de calor de intensidad similar se producirán cada 13 años, frente a cada 2.500 años si no hubiera cambio climático provocado por el hombre, según el estudio.
Los científicos analizaron el “índice de gravedad diario” (DSR, por sus siglas en inglés), una métrica que tiene en cuenta la temperatura, la humedad, la velocidad del viento y la lluvia para estimar la intensidad potencial de un incendio y lo difícil que será extinguirlo.
El estudio se centró en los 10 días más intensos del DSR de cada año y en los 10 días más calurosos de cada verano en el noroeste de España y el norte de Portugal.
(Información de Charlie Devereux, edición de Andrei Khalip y Gareth Jones; editado en español por Irene Martínez)