Por Tassilo Hummel
PARÍS, 8 sep (Reuters) – El Parlamento francés aprobó el lunes la destitución del Gobierno por sus planes para reducir la abultada deuda pública, lo que agrava la crisis política y obliga al presidente Emmanuel Macron a buscar un quinto primer ministro en menos de dos años.
François Bayrou, de 74 años, asumió hace sólo nueve meses como primer ministro. Ahora debe presentar su dimisión, dejando a Macron con opciones cada vez más limitadas y a los mercados financieros preocupados por la crisis política y fiscal de Francia.
Bayrou había convocado la votación de forma inesperada para tratar de obtener el apoyo parlamentario a su estrategia de reducir un déficit que casi duplica el límite máximo del 3% establecido por la Unión Europea y empezar a hacer frente a una deuda equivalente al 114% del PIB.
Sin embargo, los partidos de la oposición se mostraron poco dispuestos a respaldar el ahorro previsto de 44.000 millones de euros (51.510 millones de dólares) en el presupuesto del año que viene, cuando se avecinan las elecciones para elegir a quién sucederá al actual mandatario en 2027.
Macron podría nombrar a un político de su propio grupo minoritario centrista o de las filas de los conservadores como próximo primer ministro, pero eso significaría volver a probar con una estrategia que no ha logrado una alianza estable.
Podría virar a la izquierda y nombrar a un socialista moderado, o elegir a un tecnócrata. En cualquier caso, ninguna de estas opciones daría al próximo Gobierno una mayoría parlamentaria.
Es posible que Macron decida que la única salida a la crisis es convocar elecciones anticipadas, pero hasta ahora se ha resistido a los llamamientos de la ultraderechista Agrupación Nacional y de la extrema izquierda France Insumisa para disolver el Parlamento por segunda vez.
La tarea más apremiante del próximo Gobierno será aprobar un presupuesto, el mismo reto al que se enfrentó Bayrou cuando asumió el cargo.
“Ustedes tienen el poder de hacer caer al Gobierno, pero no tienen el poder de borrar la realidad”, dijo Bayrou a los legisladores antes de la moción de confianza.
“La realidad seguirá siendo implacable: los gastos seguirán aumentando y la carga de la deuda, ya insoportable, se hará más pesada y costosa”, dijo.
Está en juego “la supervivencia misma de Francia”.
(Reporte de Tassilo Hummel, Reporte adicional de Lucien Libert; edición en español de María Bayarri Cárdenas y Javier López de Lérida)