Por Steven Scheer
JERUSALÉN, 10 sep (Reuters) – Las familias de los rehenes israelíes retenidos en Gaza dijeron temer por la suerte de sus seres queridos tras la decisión del primer ministro Benjamin Netanyahu de lanzar ataques contra la cúpula de Hamás en Qatar, justo cuando estaba en marcha un nuevo intento de alto el fuego.
Qatar ha acogido a dirigentes del grupo miliciano palestino, que aún mantiene 48 rehenes en Gaza, y es uno de los mediadores, junto con Estados Unidos, que intentan lograr un acuerdo de alto el fuego que incluya la liberación de los cautivos.
Algunas familias de rehenes se declararon indignadas por el intento de asesinato del martes en Doha, temiendo que Hamás pudiera tomar represalias contra sus seres queridos.
Einav Zangauker, cuyo hijo Matan fue secuestrado en su kibbutz en los ataques del 7 de octubre de 2023 dirigidos por Hamás que desencadenaron la guerra en Gaza, dijo que temblaba de miedo de que el destino de su hijo haya quedado sellado.
“¿Por qué insiste el primer ministro en echar por tierra cualquier pequeña posibilidad de llegar a un acuerdo? ¿Por qué?”, dijo en un vídeo que envió a los periodistas. “El pueblo de Israel está cansado de esta guerra. Ponedle fin de una vez y traed a todo el mundo de vuelta”.
Matan Zangauker es uno de los 20 rehenes que se cree que siguen vivos tras casi dos años de cautiverio. Las familias de quienes se cree que murieron en Gaza temen no tener nunca la oportunidad de enterrar a sus seres queridos si sus restos se pierden para siempre en el destrozado enclave.
“Me horroriza la idea de que, cuando por fin teníamos un acuerdo liderado por Estados Unidos que podría haber conducido a la liberación de nuestros rehenes, ésta haya sido la acción que se llevó a cabo”, dijo a Reuters Udi Goren, cuyo primo Tal Haimi sigue en Gaza.
“No me arrepiento de ver a estas personas castigadas. Todos ellos forman parte de la gente que masacró, que planeó lo que ocurrió el 7 de octubre. Sin embargo, la única forma de que mi primo Tal vuelva para ser enterrado es mediante un acuerdo negociado”, dijo Goren.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, dijo el martes: “El Gobierno israelí debe explicar cómo la operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no conducirá al asesinato de los rehenes, y si el riesgo para sus vidas se tuvo en cuenta en la decisión”.
¿FIN DE LA GUERRA?
Horas después del ataque en Doha, Netanyahu dijo que el ataque podría acelerar el final de la guerra. Un mensaje de su enlace con los rehenes, Gal Hirsch, dirigido a las familias, decía que los dirigentes de Hamás en el extranjero han sido un obstáculo para alcanzar un acuerdo de alto el fuego.
El miércoles, en Gaza, las familias palestinas seguían saliendo de la ciudad de Gaza por la carretera de la costa en previsión de una gran ofensiva israelí.
Mientras que algunos críticos afirman que el ataque de Doha indica que Netanyahu no quiere poner fin a la guerra a corto plazo, otros afirman que, en realidad, puede marcar el comienzo de la conclusión de la guerra.
Amos Nadan, director del Centro Moshe Dayan de Estudios sobre Oriente Próximo y África, dijo que el ataque del martes podría ser un movimiento similar al asesinato de Hassan Nasrallah, líder de la milicia libanesa y aliado de Hamás, Hezbolá, hace un año, al que siguió un alto el fuego entre Israel y Líbano dos meses después.
“En Israel tenemos que recordar que la inmensa mayoría de la población está ahora a favor de poner fin a la guerra y recuperar a los rehenes”, dijo Nadan a Reuters. “Así que eso podría parecer la conclusión de la guerra”.
(Información de Emily Rose, Maayan Lubell y Rami Amichay; edición de Maayan Lubell y Ros Russell; editado en español por Irene Martínez)