Por David Lawder y Pietro Lombardi
MADRID, 15 sep (Reuters) – Estados Unidos avanzará en la prohibición de la aplicación de vídeos TikTok si China no abandona su exigencia de reducir los aranceles y las restricciones tecnológicas como parte de un acuerdo de desinversión, dijo el lunes un alto funcionario estadounidense con conocimiento de las negociaciones.
Las delegaciones de Estados Unidos y China están discutiendo la desinversión de TikTok por parte del propietario chino Bytedance como parte de una ronda de conversaciones más amplias sobre aranceles y política económica en Madrid.
TikTok corre el riesgo de que Washington la cierre tan pronto como el 17 de septiembre en Estados Unidos, a menos que pase a ser propiedad estadounidense.
La delegación china llegó a las conversaciones de Madrid con un malentendido fundamental de la posición de Estados Unidos sobre TikTok, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado.
En declaraciones a la prensa antes de que comenzaran las conversaciones del lunes, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, dijeron que China quería concesiones en materia de comercio y tecnología a cambio de aceptar desinvertir en la popular aplicación de medios sociales.
“Nuestros colegas chinos han venido con una petición muy agresiva”, añadió. “Veremos si podemos conseguirlo en estos momentos. No estamos dispuestos a sacrificar la seguridad nacional por una aplicación de redes sociales”.
Las negociaciones entre Estados Unidos y China en el barroco Palacio de Santa Cruz del Ministerio de Asuntos Exteriores español son la cuarta ronda de conversaciones en cuatro meses para abordar los tensos lazos comerciales y el inminente plazo de desinversión de TikTok.
La reunión se da mientras Washington exige a sus aliados que impongan aranceles a las importaciones procedentes de China por las compras chinas de petróleo ruso, lo que Pekín calificó el lunes de intento de coacción.
“Se trata de un típico acto de intimidación unilateral y coerción económica, una grave violación del consenso alcanzado por los jefes de Estado chino y estadounidense en su conversación telefónica, y podría afectar gravemente al comercio mundial, así como a la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro”, dijo un portavoz del Ministerio de Comercio chino en una rueda de prensa en Pekín.
AVANCES EN DETALLES
Bessent afirmó que ambas partes habían avanzado mucho en los detalles técnicos, pero que llegar a un acuerdo sobre otras cuestiones sería difícil.
La ampliación del plazo para la desinversión en TikTok dependerá en gran medida de cómo se desarrollen las conversaciones el lunes.
“Desde el punto de vista chino, ven como parte integrante del posible acuerdo sobre TikTok una serie de asuntos, ya sean aranceles u otras medidas que se han tomado a lo largo de los años”, dijo Greer.
“Todavía tenemos que negociar y discutir sobre el entendimiento común, y no creo que sea el momento de retirar todas esas cosas sin más”.
Las delegaciones encabezadas por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el vice primer ministro chino, He Lifeng, llevan reuniéndose en ciudades europeas desde mayo para tratar de resolver las diferencias que llevaron al presidente Donald Trump a elevar los aranceles a las importaciones chinas y desencadenaron medidas de represalia.
Ambas se habían reunido por última vez en Estocolmo en julio, donde acordaron prorrogar 90 días una tregua comercial que reducía drásticamente los aranceles de represalia de tres dígitos de ambas partes y reanudaba las exportaciones de tierras raras de China a Estados Unidos.
Para añadir más tensión, el regulador del mercado chino dijo el lunes que una investigación preliminar sobre Nvidia había descubierto que el gigante estadounidense de los chips había violado su ley antimonopolio.
La investigación se considera una represalia contra las restricciones impuestas por Washington al sector chino de los chips.
(Información de David Lawder y Corina Pons; redacción de Charlie Devereux; edición de Lisa Shumaker y Clarence Fernandez; editado en español por Irene Martínez y Paula Villalba)