Por Doyinsola Oladipo
NUEVA YORK, 22 sep (Reuters) – “Una ola de misoginia recorre el mundo”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a líderes mundiales que advirtieron de una creciente reacción global contra los derechos de la mujer en el aniversario 30 de una conferencia histórica.
Un día antes de que se inicien los discursos de la 80ª sesión de la Asamblea General de la ONU, Guterres dijo que los logros conseguidos con tanto esfuerzo en materia de derechos de la mujer están siendo atacados y lamentó el impacto que algunos avances tecnológicos están teniendo en el tema.
La Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, celebrada en Pekín en 1995, es recordada por la frase “los derechos de la mujer son derechos humanos”, pronunciada por la entonces primera dama estadounidense Hillary Clinton, que posteriormente sería secretaria de Estado.
En la conferencia de Pekín, 189 naciones firmaron un documento en el que se pedía “la plena participación de la mujer, en condiciones de igualdad, en la vida política, civil, económica, social y cultural”.
Guterres dijo que la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín fue el compromiso político mundial más ambicioso jamás alcanzado en favor de los derechos de la mujer, pero “los avances han sido lentos y desiguales”, sostuvo.
Muchos líderes volvieron a comprometerse con la declaración de Pekín de 1995.
“Nos reunimos en un momento crucial para el empoderamiento de las mujeres y las niñas”, dijo Sabine Monauni, vice primera ministra de Liechtenstein. “En los años recientes, hemos sido testigos de una reacción contra la igualdad de género”.
“Se ha manifestado de diversas formas, como retrocesos legislativos, así como la proliferación de una retórica misógina y contraria al género, incluso en los parlamentos y los cargos públicos”, añadió.
Otros líderes denunciaron la escasez de mujeres en puestos destacados de la ONU, y señalaron que ninguna mujer había ocupado nunca el cargo de Secretaria General en los 80 años de existencia del organismo mundial.
Annalena Baerbock, presidenta de la 80ª Asamblea General, afirmó que una de cada tres mujeres del mundo sufrirá violencia sexual en algún momento de su vida.
“No hay ningún país en el mundo donde los derechos de las mujeres sean puramente iguales a los de los hombres, y todavía hay demasiados lugares donde incluso hablar de los derechos de las mujeres es una cuestión de vida o muerte”, afirmó.
Los líderes dijeron que la presión sobre los derechos de la mujer se había intensificado por la guerra y el cambio climático.
Alrededor de 676 millones de mujeres y niñas viven al borde de conflictos mortales, la cifra más alta desde la década de 1990, dijo Sima Bahous, directora ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.
“Las mujeres y las niñas sufren atrocidades indecibles, hambre y violencia desde Afganistán, la RDC, Gaza, Sudán, Ucrania hasta Yemen y en otros lugares”, dijo Bahous. “Las mujeres y las niñas se llevan la peor parte de las crisis”.
Varios líderes citaron un nuevo e inesperado obstáculo en la lucha por los derechos de la mujer: el lado desagradable del avance tecnológico.
“La tecnología está propagando el odio como un virus”, dijo Guterres. “La inteligencia artificial está remodelando nuestro mundo. Pero esta transformación se está desarrollando en una industria dominada por hombres, moldeada por datos sesgados e impulsada por algoritmos que con frecuencia refuerzan la discriminación”.
“También nos enfrentamos a nuevos retos -y tenemos que abordarlos-, como la influencia negativa de las redes sociales en la imagen de uno mismo”, dijo Jennifer Geerlings-Simons, la primera mujer presidenta de Surinam.
(Doyinsola Oladipo en Nueva York; edición en español de Javier López de Lérida)