El crecimiento económico de los países del BERD aumenta, pero se cierne la amenaza de los aranceles

Por Libby George

LONDRES, 25 sep (Reuters) -El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) elevó sus previsiones de crecimiento para 2025 por primera vez en más de un año, pero advirtió de que los efectos de los aranceles y la guerra pesarán sobre el crecimiento en 2026.

El informe, que abarca las economías de la Europa emergente, Asia central, Oriente Próximo y África, elevó ligeramente la previsión de crecimiento para 2025 hasta el 3,1%, pero observó una divergencia cada vez mayor, ya que el crecimiento de los países emergentes europeos va a la zaga de la expansión en otros lugares.

La estimación para 2025 excluye a los miembros más recientes del banco de desarrollo —Irak y seis países del África subsahariana, entre ellos Nigeria, Kenia y Ghana—, pero se incluyen por primera vez en el informe.

El último informe, según dijo a Reuters Beata Javorcik, economista jefa del BERD, muestra “un historial de múltiples puntos de presión y un historial de divergencia en el rendimiento entre Europa emergente y nuestras otras regiones de operaciones”.

El aumento de la deuda, el resurgimiento de la inflación, las guerras prolongadas y los aranceles amenazaban a todas las economías del BERD, advirtió Javorcik. Y aunque las importaciones estadounidenses procedentes de esos países habían crecido en la primera mitad del año, eso se debió al primer trimestre, antes de que llegaran los aranceles.

“En el futuro vamos a ver el impacto de los aranceles”, dijo.

LA AMENAZA DEL PAGO DE LA DEUDA

La deuda y la necesidad de recortar el gasto están lastrando el crecimiento en los países europeos del BERD, como Polonia, Hungría y Rumanía, mientras que los países de Asia central, el África subsahariana y Turquía registran un crecimiento más rápido.

No obstante, Javorcik afirmó que los pagos de la deuda como porcentaje del PIB están aumentando en la mayoría de los países, lo que arroja sombras sobre la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas.

“Se ha producido un cambio en la mentalidad de los responsables de política económica de todo el mundo, que de repente actúan como si la sostenibilidad de la deuda ya no fuera una preocupación (…), como si todo el mundo hubiera olvidado la experiencia reciente de Grecia”, afirmó.

Javorcik destacó que la deuda pública de los países del BERD es “muy elevada” —aproximadamente la misma que en 1990— y que el coste del servicio de esa deuda se está convirtiendo en una partida importante de los presupuestos.

En casos extremos, como Egipto, los costes del servicio de la deuda se situaban en torno al 14% del PIB, frente al 4% en Hungría y el 2% en Polonia.

La inflación también ha empezado a subir de nuevo y ha alcanzado el 6,4% de media en las regiones del BERD en julio de 2025. Aunque se sitúa muy por debajo del máximo alcanzado en 2022 (17,5%), es superior a lo previsto por el BERD y está cada vez más impulsada por la demanda, lo que refleja una política fiscal expansionista.

El BERD ha vuelto a recortar la previsión de crecimiento de Ucrania para 2025, ya que la cruenta guerra con Rusia, que lleva tres años y medio, se combina con una débil cosecha y el deterioro de la escasez de mano de obra.

La economía rusa también está entrando en un periodo difícil, según Javorcik, con unas finanzas públicas al límite y más limitaciones a las exportaciones de petróleo y gas.

“Existe una incómoda combinación de inflación aún elevada (…) y ralentización del crecimiento”, dijo Javorcik, que añadió: “Rusia puede encaminarse hacia la estanflación”.

(Información de Libby George; edición de Edmund Klamann; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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