MADRID, 1 oct (Reuters) -El Gobierno español propuso el martes una nueva ley sobre violencia de género que tipifica como delito independiente el hecho de que un maltratador hiera a alguien cercano a su víctima —como un hijo, un padre o una mascota— con el fin de causarle más dolor.
El anteproyecto de ley pretende codificar la denominada violencia “vicaria”, una violencia de género indirecta cometida para intimidar, controlar, castigar a la víctima o vengarse. México aprobó una legislación similar a nivel federal a finales de 2023.
El Gobierno español de centro-izquierda ha hecho de los derechos de las mujeres una prioridad endureciendo las leyes sobre consentimiento sexual y violencia de género, ampliando las protecciones y la financiación para las víctimas y presionando a las empresas para que cierren las brechas salariales e impulsen el liderazgo femenino.
“Estas medidas pretenden (…) situar a España nuevamente a la vanguardia de las políticas de defensa de la igualdad”, dijo a la prensa la ministra de Igualdad, Ana Redondo.
El objetivo de la legislación es proteger a las víctimas, pero también concienciar a la sociedad española de “estas violencias tan radicales, tan salvajes, tan absolutamente inconcebibles”, añadió.
Los datos del Gobierno identifican a 65 menores asesinados en casos de violencia vicaria desde 2013, cuando las autoridades empezaron a registrar el fenómeno.
El proyecto de ley aún está sujeto a consulta pública e informes de asesoramiento antes de su aprobación definitiva por el Consejo de Ministros. A continuación se enviará a las Cortes, donde necesitará mayoría absoluta para convertirse en ley.
Los cambios propuestos en el código penal conllevarían penas de prisión de hasta tres años.
También incluyen una pena accesoria por “publicar informaciones o documentos” producidos “directa o indirectamente por el victimario para seguir causando dolor a la integridad moral de la víctima”, según Redondo.
Esto último parece ser una reacción al libro inédito “El odio”, que relata el testimonio de un hombre que mató a sus dos hijos en 2011 después de que su mujer solicitara el divorcio.
Las protestas públicas por el libro llevaron a su editor a cancelar la publicación, que estaba prevista este año.
(Información de David Latona; edición de Aislinn Laing, William Maclean; edición en español de Paula Villalba)