Fármacos de Novo y Lilly deberían ser primera opción de tratamiento contra la obesidad, dicen médicos europeos

Por Nancy Lapid

2 oct (Reuters) – Los exitosos fármacos para perder peso de Novo Nordisk y de Eli Lilly deberían ser los primeros medicamentos a los que los médicos recurran para tratar la obesidad y sus complicaciones, aconsejó el jueves una importante asociación médica europea.

La semaglutida, principio activo de Wegovy y Ozempic, de Novo, y la tirzepatida, comercializada como Zepbound y Mounjaro por Lilly, son tan eficaces que deberían ser la primera opción en casi todos los casos en los que sea necesaria una pérdida de peso sustancial, según una nueva directriz de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO, por su sigla en inglés) publicada en Nature Medicine.

Cuando la pérdida de peso requerida es menor, pueden considerarse otros medicamentos, como la liraglutida, un fármaco más antiguo y menos eficaz de la misma clase, la naltrexona-bupropión y la fentermina-topiramato, según la directriz.

Las acciones de Novo subían un 2,2% a las 1007 GMT, superando a sus homólogas farmacéuticas europeas.

Las directrices de la EASO no son vinculantes para los distintos países.

La semaglutida, la tirzepatida y otros fármacos de la clase conocida como agonistas del GLP-1 están transformando por completo la atención de la obesidad y sus complicaciones, dijo en un comunicado la coautora, Dra. Andreea Ciudin, del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.

Aunque ningún algoritmo de tratamiento puede reemplazar el juicio clínico matizado necesario para la atención integral del paciente, las nuevas directrices pueden servir para apoyar la toma de decisiones terapéuticas en el tratamiento de la obesidad, dijo.

FÁRMACOS ESPECÍFICOS PARA CONDICIONES ESPECÍFICAS

Los autores de las directrices analizaron los resultados de ensayos clínicos previos, evaluando el impacto de los medicamentos en la pérdida de peso, su perfil de seguridad y su eficacia en presencia de complicaciones específicas.

Los autores determinaron que, en el caso de los pacientes con las consecuencias físicas de un exceso de tejido adiposo, la tirzepatida debería considerarse el tratamiento de primera línea para la apnea obstructiva del sueño, y la semaglutida para los que padecen artrosis de rodilla.

En cuanto a los pacientes con afecciones relacionadas con disfunciones metabólicas e inmunitarias asociadas a la obesidad, recomiendan la semaglutida como primera opción para quienes tengan antecedentes de cardiopatía o ictus, la tirzepatida para quienes padezcan hígado graso no alcohólico, y la tirzepatida o la semaglutida para quienes padezcan prediabetes o diabetes de tipo 2.

Esta clase de fármacos se desarrolló originalmente para tratar la diabetes de tipo 2.

Aunque los fármacos son caros y las consideraciones económicas son complejas, el costo de no tratar la obesidad en fases tempranas, “permitiendo así la progresión a complicaciones y el daño orgánico terminal, debe sopesarse por igual en la política sanitaria y en la toma de decisiones clínicas”, escribieron los autores de las directrices.

El tratamiento de la obesidad no debe limitarse a la pérdida de peso y sus complicaciones, sino que debe centrarse también en la mejora del bienestar mental, la forma física, el funcionamiento social, la salud general y la calidad de vida, indicaron también.

La mayoría de los nuevos medicamentos no se han evaluado para el tratamiento de complicaciones individuales, reconocen.

Aun así, los autores afirman que los efectos adelgazantes se han asociado fuertemente a mejoras en diversas complicaciones y que cada vez hay más posibilidades de que influyan positivamente en una gama más amplia de trastornos, como la enfermedad renal crónica, las enfermedades neurodegenerativas, el síndrome de ovario poliquístico, ciertos tipos de cáncer y los trastornos mentales.

“Dados los rápidos avances en el campo de los medicamentos para tratar la obesidad, la EASO se propone actualizar periódicamente el actual algoritmo de tratamiento para incorporar las últimas pruebas disponibles”, dijo en un comunicado el presidente de la sociedad, el profesor Volkan Yumuk, de la Universidad de Estambul-Cerrahpaşa.

El Colegio Americano de Medicina del Estilo de Vida, la Sociedad Americana de Nutrición, la Asociación de Medicina de la Obesidad y la Sociedad de la Obesidad aconsejaron conjuntamente en junio que el tratamiento con GLP-1 debe ir acompañado de estrategias nutricionales y de estilo de vida.

“Aunque los GLP-1 por sí solos pueden producir una reducción de peso significativa y beneficios para la salud relacionados, varios retos limitan su éxito a largo plazo para los individuos y las poblaciones”, incluidos los efectos secundarios gastrointestinales, el riesgo de insuficiencia de nutrientes, la pérdida de masa muscular y ósea, los altos costos, la interrupción frecuente y la recuperación de peso”, dijo el comunicado.

(Reporte de Nancy Lapid; Editado en Español por Ricardo Figueroa)

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