Por Olivia Le Poidevin y David Latona y Howard Goller
6 oct (Reuters) -Israel deportó el lunes a la activista Greta Thunberg y a otros 170 activistas de una flotilla internacional a la que impidió la semana pasada entregar ayuda a Gaza, enviándolos a Grecia y Eslovaquia.
Anteriormente, activistas suizos y españoles de la flotilla afirmaron haber sido sometidos a condiciones inhumanas durante su detención por las fuerzas israelíes. Las expulsiones del lunes elevaron a 341 el número total de deportados de los 479 detenidos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí emitió un comunicado, acompañado de fotos de Thunberg en el aeropuerto, en el que afirmaba que se habían respetado los derechos legales de todos los participantes y que la única violencia se había producido en el caso de un activista que mordió a una médica en la prisión israelí de Ketziot.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí dijo que Thunberg, una activista sueca dedicada principalmente al cambio climático, embarcó en un avión en la base aérea de Ramon, en el desierto israelí del Néguev. Israel ha tachado la flotilla de maniobra publicitaria.
Los deportados son ciudadanos de Grecia, Italia, Francia, Irlanda, Suecia, Polonia, Alemania, Bulgaria, Lituania, Austria, Luxemburgo, Finlandia, Dinamarca, Eslovaquia, Suiza, Noruega, Reino Unido, Serbia y Estados Unidos, según el Ministerio de Asuntos Exteriores.
ACTIVISTAS DEPORTADOS ALEGAN MALOS TRATOS
Entre los nueve miembros de la flotilla que llegaron a Suiza, algunos alegaron privación de sueño, falta de agua y comida, así como golpes, patadas y haber sido encerrados en una jaula, declaró en un comunicado el grupo que los representa.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí rechazó las acusaciones.
Los activistas españoles también denunciaron malos tratos a su llegada a España a última hora del domingo tras ser deportados.
“Nos golpearon, nos arrastraron por el suelo, nos vendaron los ojos, nos ataron de pies y manos, nos metieron en jaulas y nos insultaron”, dijo a la prensa el abogado Rafael Borrego en el aeropuerto de Madrid.
Activistas suecos afirmaron el sábado que Thunberg fue empujada y obligada a llevar una bandera israelí durante su detención, mientras que otros dijeron que les habían retenido agua y alimentos limpios y confiscado sus medicamentos y pertenencias.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel ha calificado de “completas mentiras” las denuncias generalizadas de malos tratos a los detenidos tras la interceptación de la flotilla.
Un portavoz declaró a Reuters durante el fin de semana que todos los detenidos tuvieron acceso a agua, comida y aseos, y añadió: “no se les negó el acceso a un abogado y se respetaron plenamente todos sus derechos legales”.
El domingo, la embajada suiza en Tel Aviv visitó a 10 ciudadanos suizos y dijo que todos se encontraban “en relativo buen estado de salud, dadas las circunstancias”.
La ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau, que también viajaba en la flotilla, declaró que había habido “malos tratos, pero eso no es nada comparado con lo que sufre cada día el pueblo palestino”.
(Reportaje de Ahmed Elimam y Tala Ramdan; Editado en español por Juana Casas)