Por Dominique Vidalon y Sudip Kar-Gupta
PARÍS, 7 oct (Reuters) -El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se enfrentó el martes a una creciente presión para que convoque elecciones parlamentarias anticipadas o incluso dimita para poner fin al caos político en la segunda mayor economía de la zona euro, que ha forzado la dimisión de cinco primeros ministros en menos de dos años.
El presidente, de 47 años, al que se ha visto esta semana deambulando solo junto al río Sena sumido en sus pensamientos, ha afirmado en repetidas ocasiones que agotará su segundo mandato, que finaliza en 2027.
Pero las peticiones de dimisión, durante mucho tiempo confinadas a los márgenes, han entrado en la corriente principal durante una de las peores crisis políticas desde la creación en 1958 de la Quinta República, el actual sistema de Gobierno de Francia.
El martes, mientras el primer ministro saliente de Macron, Sébastien Lecornu, mantenía conversaciones en un último intento por formar un nuevo Gobierno, el que fuera su jefe de Gobierno en 2017, Édouard Philippe, dijo que era hora de que un nuevo presidente acabara con el bloqueo.
“Ahora debe abordar este abandono del Estado, tomar una decisión acorde con su función y, en mi opinión, eso es garantizar la continuidad de nuestras instituciones marchándose de manera ordenada”, dijo a la radio RTL.
LOS ALIADOS RODEAN A MACRON
Philippe, al que los sondeos sitúan como el candidato mejor situado para liderar el centro político en una batalla sucesoria, ha sido el segundo de los ex primeros ministros de Macron en distanciarse de él en dos días.
Gabriel Attal, otro antiguo leal a Macron, fue tajante en sus críticas. Fue primer ministro durante unos meses el año pasado antes de que Macron convocara unas elecciones anticipadas que dieron lugar a un Parlamento indeciso, con tres bloques ideológicamente opuestos.
“Como muchos franceses, ya no entiendo las decisiones del presidente”, dijo en el canal de noticias TF1, después de que Macron pidiera a Lecornu, que acababa de presentar su dimisión, que volviera a mantener conversaciones de última hora con los opositores.
Lecornu, cuyo Gobierno de 14 horas ha sido el más corto de la historia moderna de Francia, disponía de dos días para encontrar un consenso.
Estaba previsto que mantuviera conversaciones el martes con los líderes de la alianza centrista de Macron y los conservadores —la llamada “plataforma común”— para ver si pueden acordar un nuevo gabinete.
Sin embargo, también necesitará a los socialistas a bordo para tener los números necesarios para formar una mayoría en la Asamblea Nacional, sobre todo para aprobar un presupuesto para el próximo año.
“ES UN DESASTRE”
La dimisión de Lecornu se vio precipitada por las furibundas críticas a la composición de su Gobierno, anunciada el domingo por la noche. Según sus adversarios y aliados, representa la continuidad y no el cambio.
Bruno Retailleau, jefe del partido conservador Los Republicanos, dijo que no quería ver a su partido absorbido por una amplia alianza liderada por Macron, pero no cerró la puerta a una vuelta al Gobierno.
La líder de extrema derecha Marine Le Pen, cuyo partido Reagrupamiento Nacional encabeza las encuestas de opinión, quiere unas elecciones parlamentarias anticipadas.
Los mercados se han asustado, y los inversores siguen pendientes de la capacidad de Francia para recortar un enorme déficit presupuestario. Las acciones francesas caían un 1,4% el lunes y la prima de riesgo de la deuda pública francesa subió a máximos de nueve meses en un contexto de crisis.
“Es un desastre. Te entristece”, dijo Brigitte Gries, una pensionista de 70 años en París.
“Nos estamos convirtiendo en el hazmerreír de todo el mundo”, dijo el taxista Soufiane Mansour en la ciudad de Montpellier, al sur del país. “Somos un poco los payasos de todo el mundo y de Europa, por desgracia”.
(Información de Dominique Vidalon y Sudip Kar-Gupta; información adicional de Makini Brice, Bertrand Boucey e Inti Landauro; redacción de Michel Rose; edición de Raju Gopalakrishnan, Richard Lough y Andrew Cawthorne; edición en español de Paula Villalba)