PARÍS, 7 oct (Reuters) -El primer ministro francés saliente, Sébastien Lecornu, inicia este martes, un día después de su inesperada dimisión, dos días de conversaciones de última hora con miembros de varios partidos, en un esfuerzo por encontrar una salida a la crisis política del país.
Lecornu presentó su dimisión y la de su Gobierno el lunes por la mañana, después de que su Gobierno, anunciado el domingo por la noche, fuera rechazado tanto por aliados como por opositores. Su Ejecutivo ha sido el más breve de la historia moderna de Francia.
Macron encargó a Lecornu el lunes la celebración de las conversaciones, fijando como fecha límite el miércoles por la noche.
Políticos de diversas tendencias expresaron su confusión sobre los movimientos del presidente, con algunos argumentando que la nueva tarea de Lecornu era simplemente un esfuerzo para ganar más tiempo casi un mes después de la nominación del primer ministro saliente.
No quedó claro de inmediato cuál sería el alcance de las responsabilidades de Lecornu durante estos debates.
“Como muchos franceses, ya no entiendo las decisiones del presidente”, dijo Gabriel Attal, un legislador centrista y exprimer ministro bajo Macron.
Lecornu tenía previsto reunirse a primera hora del martes con varios miembros de los partidos conservadores Los Republicanos (LR) y de centroderecha Renacimiento, entre ellos el presidente del Senado, Gerard Larcher, y la presidenta de la Asamblea Nacional, Yael Braun-Pivet.
La actual crisis política de Francia, la más profunda desde la creación en 1958 de la V República, su moderno sistema de Gobierno, se remonta a junio del año pasado.
Tras el auge de la extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo, Macron anunció elecciones anticipadas a la Cámara Baja.
El resultado fue un parlamento fracturado, sin una mayoría clara, en un país con un Gobierno diseñado para tener un presidente poderoso con una fuerte mayoría parlamentaria, y poco acostumbrado a crear coaliciones y consensos.
Lecornu era el tercer primer ministro de Macron desde que se convocaron esas elecciones, y las opciones de Macron son ahora limitadas.
El presidente podría nombrar a un nuevo primer ministro. Los socialistas han instado a Macron a nombrar un primer ministro de izquierdas, a lo que él se ha resistido porque un primer ministro de izquierdas probablemente trataría de revertir su reforma de las pensiones y sus cambios fiscales.
La Constitución tampoco prohíbe a Macron volver a nombrar a Lecornu, un estrecho aliado.
Los partidos de la oposición también le han pedido que disuelva el Parlamento o dimita. Macron, cuyo mandato termina en 2027, ha descartado hasta ahora dimitir o convocar nuevas elecciones parlamentarias.
El jefe de la asociación empresarial Medef, Patrick Martin, dijo el martes a la radio Franceinfo que la crisis política “se suma a la inquietud que ya existía en nuestras filas”.
“Asistimos a este espectáculo político que nos entristece, y pedimos sentido de la responsabilidad a todos los actores políticos”, dijo.
(Información de Makini Brice; información adicional de Bertrand Boucey y Dominique Vidalon; edición de Raju Gopalakrishnan; editado en español por Patrycja Dobrowolska)