Por Sarah N. Lynch y Andrew Goudsward
ALEXANDRIA, EEUU, 8 oct (Reuters) – El exdirector del FBI James Comey se declaró inocente el miércoles de los cargos penales que se le imputan, y su abogado dijo que presentará un aluvión de impugnaciones legales al primer procesamiento del Departamento de Justicia contra uno de los enemigos políticos del presidente Donald Trump.
Los cargos de declaraciones falsas y de obstruir una investigación del Congreso fueron presentados por Lindsey Halligan, la exabogada personal de Trump.
Halligan fue nombrada el mes pasado fiscal del distrito este de Virginia después de que Trump obligara a su predecesor a dimitir por su reticencia a procesar a Comey y a la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
El caso es una prueba de la intención de Trump de usar el sistema legal contra quienes lo han criticado o se han resistido a su agenda, a pesar de las preocupaciones de los fiscales de carrera sobre la solidez de las pruebas.
El abogado Patrick Fitzgerald presentó la declaración en nombre de Comey durante una vista de unos 25 minutos. “Nuestra opinión es que esta acusación se inició por orden del presidente Trump”, dijo ante el tribunal.
Comey está acusado de hacer una declaración falsa a sabiendas cuando dijo a un senador republicano durante una audiencia de 2020 que respaldaba un testimonio previo de que no autorizó a nadie a servir como fuente anónima en reportes de prensa sobre investigaciones del FBI.
La fiscalía acusa a Comey de autorizar a un empleado del FBI a revelar información sobre una investigación federal. La acusación no identifica la investigación, pero parece estar relacionada con la demócrata Hillary Clinton, rival de Trump en las elecciones de 2016. No detalla las pruebas contra Comey.
Fitzgerald dijo al juez que planeaba presentar varias mociones legales para desestimar el caso antes de un juicio, incluyendo presentaciones argumentando que la acusación era vengativa, que estaba manchada por una “conducta gubernamental escandalosa” y que Halligan fue nombrada ilegalmente como fiscal federal.
Halligan, que no tiene experiencia como fiscal y anteriormente trabajó como abogada de seguros, presentó las pruebas del caso ante el gran jurado.
Los abogados de carrera de la oficina habían redactado previamente un memorándum en el que la instaban a no proceder con la acusación, alegando la falta de pruebas para establecer una causa probable de que el acusado hubiera cometido un delito, informó Reuters.
En un movimiento muy inusual, el Gobierno envió a dos fiscales federales de una oficina diferente en Raleigh, Carolina del Norte, para manejar el caso.
El exdirector del FBI provocó la ira de demócratas y republicanos cuando en julio de 2016 convocó una inusual rueda de prensa para hablar de la investigación del FBI sobre la candidata presidencial demócrata Clinton que terminó sin que se presentaran cargos, un hecho que los partidarios de Clinton argumentaron que contribuyó a su derrota ante Trump.
Trump despidió a Comey en mayo de 2017, enfadado por su gestión de una investigación sobre los contactos entre Rusia y su equipo de campaña. La medida desató una tormenta política y condujo al nombramiento del fiscal especial Robert Müller, cuya investigación persiguió gran parte de la primera presidencia del republicano.
La investigación de Müller concluyó finalmente que no había pruebas suficientes para establecer una conspiración criminal.
(Reporte de Sarah N. Lynch y Andrew Goudsward; Editado en Español por Javier Leira)