María Corina Machado, ganadora del Nobel de la Paz: la política que revivió a la oposición venezolana

10 oct (Reuters) -La líder opositora María Corina Machado, quien recibió el Premio Nobel de la Paz el viernes, logró revitalizar en los últimos dos años a una población políticamente desconectada tras más de una década de colapso económico y un régimen autocrático en Venezuela.

Machado, una ingeniera industrial de 58 años, ha estado escondida en Venezuela desde 2024, cuando las autoridades electorales, consideradas como un brazo del gobierno, declararon al actual mandatario, Nicolás Maduro, ganador de unas elecciones presidenciales calificadas como fraudulentas por la oposición y la comunidad internacional.

El gobierno nunca publicó los resultados electorales oficiales disgregados, pero los datos recopilados por la oposición, verificados por un observador electoral independiente, revelaron que el candidato respaldado por Machado había ganado por una amplia mayoría.

Casada con un abogado constitucionalista y madre de tres hijos, Machado impresionó tanto a expertos como a ciudadanos comunes con su ética de trabajo y su capacidad para conectar con los votantes.

Su mensaje era simple: Maduro lidera una “mafia” que ha saqueado el país y reprimido a su pueblo. Los venezolanos están hartos y la lucha por la democracia continuará hasta que cambie el gobierno.

El Comité Noruego del Nobel honró a Machado “por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, señalando que lo había hecho “frente a un autoritarismo en constante expansión”.

A mediados de 2023, Machado organizó unas elecciones primarias sin apoyo oficial, lo que desencadenó un movimiento político en un país donde el Gobierno de Maduro ha reprimido las protestas y encarcelado a disidentes.

Según el grupo de derechos humanos Foro Penal, con sede en Caracas, Venezuela alberga actualmente a 841 presos políticos.

Machado es otra líder opositora que no ha logrado sacar del poder a Maduro, quien ha gobernado durante 12 años y se ha vuelto cada vez más represivo, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos.

Las Naciones Unidas han documentado su uso de la tortura y el encarcelamiento contra opositores, y la Corte Penal Internacional ha iniciado una investigación por presuntos crímenes de lesa humanidad.

Hija mayor de una prominente familia siderúrgica, Machado ha sido descrita por su madre como terca. Hizo campaña por toda Venezuela, cocinando “cachapas” -una suerte de tortilla de maíz- en puestos callejeros y viajando en canoas y pequeñas lanchas por ríos en zonas del sur venezolano. Domina el inglés y es conocida por su voz potente, pero evita las joyas ostentosas.

Educada en un colegio católico femenino en Caracas y en un internado en Massachusetts, Machado estudió ingeniería y finanzas antes de incorporarse al negocio familiar.

En 2002 fundó Súmate, un grupo defensor de los derechos del votante que se convirtió en una fuerza clave de la oposición contra Hugo Chávez, predecesor de Maduro y fundador del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Su feroz personalidad provocó enfrentamientos en la Asamblea Nacional, donde ocupó una curul desde 2010. En 2013, le dijo a Chávez la famosa frase “expropiar es robar”. Su postura inflexible ha generado críticas, incluso de otros miembros de la oposición.

Más recientemente, su apoyo abierto a los ataques militares del Gobierno del presidente Donald Trump contra lanchas presuntamente cargadas de narcóticos rumbo a Estados Unidos ha provocado fricciones dentro de algunos sectores de la oposición.

Machado ha forjado una estrecha alianza con Trump y le agradeció personalmente en su declaración de aceptación del Nobel.

Trump la ha calificado de “luchadora por la libertad”, y el año pasado, el entonces senador Marco Rubio —ahora Secretario de Estado y aliado de toda la vida— firmó una carta nominándola al Premio Nobel de la Paz.

Antes de organizar las primarias de 2023, Machado se había abstenido durante mucho tiempo de las elecciones debido a la desconfianza en las autoridades electorales. Cambió de postura cuando el apoyo público masivo la impulsó a participar en la campaña.

En un clima político donde términos como privatización y dinero se habían vuelto tabú, los discursos de Machado —a menudo pronunciados desde camiones o techos de automóviles para eludir la obstrucción gubernamental— defendieron la libertad económica y democrática y la reunificación de las familias separadas por la migración.

El Gobierno de Maduro ataca frecuentemente a Machado por promover las sanciones y la tachan de fascista, terrorista y narcotraficante en la televisión estatal. También la culpan de fracasos nacionales como los apagones, que los expertos atribuyen a la corrupción y la mala gestión.

El Ministerio de Comunicación de Venezuela no respondió a la solicitud de Reuters de comentarios por el Nobel ni sobre las acusaciones.

A principios de 2024, el máximo tribunal de Venezuela prohibió a Machado postularse a la presidencia, alegando presuntas irregularidades financieras durante su etapa como legisladora.

Posteriormente, respaldó a Edmundo González Urrutia, un diplomático y académico poco conocido, quien se postuló y fue ampliamente considerado como el ganador después de que los recuentos mostraran que había recibido casi el 70% de los votos.

(Reporte de Redacción Reuters)

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