PEKÍN/LOS ÁNGELES, 14 oct (Reuters) -Estados Unidos y China comenzarán el martes a cobrar tasas portuarias adicionales a las empresas de transporte marítimo que transportan desde juguetes navideños hasta crudo, lo que convierte al alta mar en un frente clave en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
China dijo que había empezado a cobrar las tasas especiales a los buques de propiedad, operación, construcción o bandera estadounidense, pero aclaró que los buques en China estarían exentos de los gravámenes.
En detalles publicados el martes por la cadena estatal CCTV, China especificaba las disposiciones sobre las exenciones, que también incluyen a los buques vacíos que entren en los astilleros chinos para ser reparados.
Las tasas portuarias adicionales impuestas por China se cobrarían en el primer puerto de entrada en un solo viaje o en los cinco primeros viajes en un año, siguiendo un ciclo de facturación anual que comenzaría el 17 de abril.
A principios de este año, el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció planes para imponer las tasas a los buques vinculados a China para aflojar el control de ese país sobre la industria marítima mundial y reforzar la construcción naval estadounidense.
Una investigación realizada durante el Gobierno del expresidente Joe Biden concluyó que China utiliza medidas y prácticas desleales para dominar los sectores marítimo, logístico y de construcción naval mundiales, hallazgos que despejaron el camino para esas sanciones.
También está previsto que Estados Unidos empiece a cobrar tasas el 14 de octubre. Los analistas prevén que el portacontenedores de propiedad china COSCO sea el más afectado, ya que asumirá casi la mitad de los 3.200 millones de dólares que se espera que le cuesten esas tasas en 2026.
China contraatacó la semana pasada diciendo que impondría sus propias tasas portuarias a los buques vinculados a Estados Unidos a partir del mismo día. Omar Nokta, analista de Jefferies, señaló que se verían afectados el 13% de los petroleros y el 11% de los portacontenedores de la flota mundial.
“Esta simetría del ‘ojo por ojo’ sume a ambas economías en una espiral de fiscalidad marítima que corre el riesgo de distorsionar los flujos mundiales de mercancías”, afirmó Xclusiv Shipbrokers Inc, con sede en Atenas, en una nota de análisis.
Un consultor en Shanghái que asesora a empresas internacionales sobre el comercio con China dijo que las nuevas tasas pueden no ser muy perjudiciales para la industria y que cualquier aumento de los costes probablemente se reflejaría en precios más altos.
“¿Qué vamos a hacer? ¿Dejar de hacer envíos? El comercio ya está bastante perturbado con EEUU, pero las empresas están encontrando una manera de salir adelante”, dijo el consultor, que pidió permanecer en el anonimato por no estar autorizado a hablar con los medios de comunicación.
En una represalia contra China por frenar las exportaciones de minerales críticos, Trump amenazó el viernes con imponer aranceles adicionales del 100% a los bienes procedentes de China y nuevos controles a la exportación de “todos y cada uno de los programas informáticos críticos” antes del 1 de noviembre.
Horas después, responsables del Gobierno advirtieron a los países que voten esta semana a favor de un plan de la Organización Marítima Internacional de las Naciones Unidas (OMI) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte marítimo que podrían enfrentarse a sanciones, prohibiciones portuarias o cargos punitivos a los buques. China ha apoyado públicamente el plan de la OMI.
(1 dólar = 7,1337 yuanes chinos)
(Información de Lisa Baertlein en Los Ángeles y Liz Lee y Joe Cash en Pekín; información adicional de Samuel Shen, Brenda Goh en Shanghái y James Pomfret en Hong Kong; edición de Stephen Coates; edición en español de Jorge Ollero Castela)