Por Andrew Osborn y Suleiman Al-Khalidi
MOSCÚ, 15 oct (Reuters) -El presidente Vladimir Putin mantendrá conversaciones en Moscú con su homólogo sirio, Ahmed al-Sharaa, a última hora del miércoles, en la primera visita del presidente sirio a Rusia desde su llegada al poder, y el destino de las bases militares rusas en Siria estará en la agenda, dijo el Kremlin.
El Kremlin dijo que al-Sharaa, que dirigió la rama siria de al-Qaeda y que derrocó a Bashar al-Asad, aliado de Rusia, a finales del año pasado, estaba en Rusia en una visita de trabajo.
El destino de las dos principales bases rusas en Siria —la base aérea de Hmeimim, en la provincia siria de Latakia, y sus instalaciones navales de Tartús, en la costa— será objeto de debate, según el Kremlin.
Rusia, que tiene intereses económicos y energéticos en Siria que también quiere asegurar, tiene asimismo presencia militar en el aeropuerto de Qamishli.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo el lunes que Moscú creía que Damasco quería que las bases militares permanecieran y habló de la idea de utilizarlas también como centros logísticos para hacer llegar ayuda a África por mar y aire.
Las autoridades sirias buscan garantías de que Rusia no ayudará a rearmar a los restos de las fuerzas de al-Asad, según una fuente siria. Al-Sharaa espera que Rusia también ayude a reconstruir el ejército sirio, según la misma fuente.
UNA VISITA DELICADA
La visita de al-Sharaa es delicada. Rusia utilizó su fuerza militar para respaldar a al-Asad durante años contra los rebeldes sirios que llegaron al poder en diciembre del año pasado liderados por al-Sharaa. Moscú dio asilo a al-Asad y a su familia cuando huyeron del país.
Los al-Asad viven ahora discretamente en Moscú, según medios rusos.
Al-Sharaa pedirá formalmente a Moscú que entregue a al-Asad para que sea juzgado por presuntos crímenes contra los sirios, según dijeron a Reuters dos fuentes sirias.
Rusia se enorgullece de poder proteger a sus aliados extranjeros cuando se meten en problemas y no es probable que acepte entregar a al-Asad a Damasco. Lavrov dijo el lunes que Rusia había concedido refugio a al-Asad porque su vida había estado amenazada.
Se espera que al-Sharaa, que aspira a obtener concesiones económicas, como la reanudación del suministro de trigo en condiciones favorables y una compensación por los daños causados por la guerra, presione para obtener el respaldo de Moscú para resistir las demandas israelíes de una zona desmilitarizada más amplia en el sur de Siria.
También podría plantear la cuestión del redespliegue de la policía militar rusa como garante frente a nuevas invasiones israelíes, dijo una de las dos fuentes.
El Kremlin dijo que no esperaba que Putin y al-Sharaa ofrecieran una conferencia de prensa tras sus conversaciones, que debían comenzar a las 1000 GMT.
(Información de Reuters; edición de Alison Williams; edición de Guy Faulconbridge; edición en español de Paula Villalba)