Por Monica Machicao y Lucinda Elliott
LA PAZ, 16 oct (Reuters) -El expresidente conservador Jorge “Tuto” Quiroga apuesta por un audaz plan de rescate económico para ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Bolivia del próximo domingo, en las que se enfrentará al senador centrista Rodrigo Paz.
Quiroga quedó en segundo lugar, detras de Paz, en la primera vuelta del 17 de agosto, con un 27% de los votos, mientras que el partido gobernante Movimiento al Socialismo, fundado por Evo Morales, sufrió su mayor derrota en décadas y quedó fuera de carrera.
Ninguno de los candidatos obtuvo el 50% necesario para ganar en primera vuelta, lo que provocó que se tenga que realizar un balotaje, el primero en Bolivia desde su retorno a la democracia en 1982.
Quiroga, de 65 años, figura de la oposición desde hace mucho tiempo, fue presidente interino entre 2001 y 2002. Ha basado su campaña en promesas de estabilizar una economía golpeada por la inflación —la más alta desde la década de 1980— y la disminución de las reservas de divisas.
“El país está en quiebra”, declaró Quiroga a Reuters en su casa de La Paz en agosto. “Necesitamos un cambio drástico y radical, y yo pretendo llevarlo a cabo”.
Quiroga apoya recortes profundos en el gasto público y propone reducir los subsidios universales al combustible, manteniéndolos solo para el transporte público y los grupos vulnerables. Su plan económico incluye cerrar o privatizar las empresas estatales deficitarias y eliminar ministerios, una medida que, según él, reducirá la burocracia.
Sin embargo, esas políticas podrían alienar a la mayoría indígena de Bolivia, muchos de cuyos miembros se han desilusionado con los socialistas, pero siguen siendo escépticos con respecto a la derecha tras las privatizaciones anteriores que provocaron fuertes subidas de los precios de los servicios básicos. Las protestas callejeras, en caso de que gane, puede poner a prueba su determinación.
Quiroga ascendió en el escalafón hasta convertirse en ministro de Finanzas en 1992 bajo el mandato del presidente Jaime Paz Zamora, padre de su actual oponente. En anteriores intentos presidenciales, Quiroga perdió dos veces frente a Morales, que ha sido excluido de la carrera electoral de este año.
A pesar de los temores de algunos votantes sobre sus planes de recortes de empleos públicos, privatización de los recursos naturales y reducción del bienestar social, Quiroga insiste en que sus políticas beneficiarán a los bolivianos de a pie.
“Se terminará la inflación que nos causa angustia”, afirmó durante un acto de campaña en Samaipata, en el interior rural de Bolivia. Los niños y las personas mayores quedarán exentos de los recortes de prestaciones, afirmó.
“HABLO TEXANO”
Si sale elegido, Quiroga afirma que buscará financiación externa de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), asegurará nuevas alianzas comerciales y reformará el poder judicial.
Quiroga también propone conceder a los bolivianos derechos de propiedad individual sobre los recursos naturales controlados por el Estado, incluidos el litio y el gas natural, a través de una estructura de fondos de inversión, una medida que, según los críticos, debilitaría el control estatal sobre los recursos estratégicos.
Su objetivo es descongelar las frías relaciones de Bolivia con Washington tras años de alineamiento con China, Irán y Rusia.
“Hablo texano, no inglés”, bromeó, refiriéndose a su etapa en la Universidad Texas A&M y a su paso por la multinacional IBM en Austin.
Dado que ningún partido ha obtenido la mayoría en ninguna de las dos cámaras, la capacidad de Quiroga para forjar alianzas se pondrá a prueba. Su Alianza Libre obtuvo 43 de los 130 escaños de la Cámara Baja y 12 de los 36 del Senado. Eso le sitúa por detrás del partido de Paz, que cuenta con 47 escaños en diputados y 16 en el Senado.
Una encuesta realizada en septiembre por Ipsos Ceismori reveló que el 59 % de los encuestados consideraba a Quiroga como el candidato más capaz de arreglar la economía.
Su reto es ganarse a los votantes que apoyaron a otros candidatos, incluido el casi 20% que apoyó al empresario Samuel Doria Medina, que quedó en tercer lugar.
Las encuestas de opinión sugieren una reñida contienda. Quiroga lidera las intenciones de voto con un 42,9%, por delante de Paz, con un 38,7%, según una encuesta realizada en octubre por Red Uno. Otra encuesta indicaba un giro tardío hacia Paz, con un 10% de los votantes indecisos inclinándose hacia él.
Gonzalo Gutiérrez, de 33 años, votó por Medina en la primera vuelta y sigue indeciso.
“‘Tuto’ parece el mejor candidato por ahora por su experiencia, pero no tiene mi voto todavía”, dijo desde La Paz.
(Reportaje de Daniel Ramos y Mónica Machicao en La Paz, y Lucinda Elliott en Montevideo. Editado en español por Eliana Raszewski)