22 oct (Reuters) -Eslovaquia, reticente a apoyar el decimonoveno paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, dice que respaldará las medidas si se atienden sus demandas durante una cumbre de los líderes del bloque esta semana, según dijo el miércoles su primer ministro, Robert Fico.
Los mandatarios de la UE se reúnen el jueves y debatirán sobre la guerra en Ucrania y la defensa europea.
Eslovaquia se ha resistido a firmar el 19º paquete de sanciones del bloque a Rusia por su invasión de Ucrania y ha exigido propuestas para abordar los efectos negativos de los objetivos climáticos en los fabricantes de automóviles y formas de hacer frente a los altos precios de la electricidad en el bloque.
Fico, en declaraciones a una comisión parlamentaria el miércoles, dijo que se reuniría con el canciller alemán, Friedrich Merz, antes de la cumbre para hablar de energía y del sector automovilístico.
“Así que, si vemos las conclusiones que hemos sacado adelante, volveré a repasarlas esta tarde, y probablemente le diga al canciller Merz que estamos de acuerdo con el 19º paquete”, dijo Fico.
Fico dijo que algunas peticiones ya se habían incluido en las conclusiones de la cumbre.
Eslovaquia había retrasado un paquete de sanciones anterior debido a exigencias relacionadas con otro plan de la UE para eliminar gradualmente las importaciones rusas de energía, que necesita la aprobación de la mayoría, a diferencia de estas sanciones, que necesitan la unanimidad de los miembros de la UE.
El 19º paquete de sanciones incluye una serie de medidas energéticas y financieras. Eslovaquia expuso hace un mes sus condiciones para apoyar el paquete.
Fico ha criticado las sanciones con el argumento de que perjudican más a Europa que a Rusia.
Fico ha roto filas con aliados europeos por su postura favorable a Moscú y se ha reunido tres veces con el presidente ruso, Vladimir Putin, desde el año pasado. Eslovaquia sigue siendo un comprador de importaciones energéticas rusas y afirma que las alternativas supondrán un revés financiero.
La economía eslovaca depende en gran medida del sector del automóvil y el país se ha unido a otros en la crítica a los planes de la UE de prohibir el motor de combustión en la próxima década. Eslovaquia también ha criticado los elevados precios de la electricidad por perjudicar la competitividad de las empresas de la UE frente a Estados Unidos o China.
(Información de Jason Hovet en Praga; edición de Jan Lopatka y Sharon Singleton; edición en español de Jorge Ollero Castela)