Por Seher Dareen
29 oct (Reuters) -La demanda mundial de petróleo no alcanzará su punto máximo hasta 2032, dos años más tarde de lo esperado, según un informe de la consultora Wood Mackenzie publicado el miércoles en el que atribuye este retraso al continuo impulso del uso de hidrocarburos para el transporte y la petroquímica.
El aumento de la dependencia de los combustibles fósiles ante la mayor demanda de energía por la inteligencia artificial y por las tensiones geopolíticas han generado que los objetivos de cero emisiones netas para 2050 sean inalcanzables, dice Wood Mackenzie en su informe Perspectivas de la transición energética.
El reporte se publica antes de la reunión de la COP30, próxima a celebrarse en Brasil en noviembre y en la que los países deberán presentar compromisos climáticos nacionales actualizados y evaluar los avances en los objetivos de energías renovables.
Se espera que la demanda de hidrocarburos líquidos alcance un máximo de 108 millones de barriles diarios en 2032, mientras que la relativa al gas natural se mantendrá estable hasta la década de 2040, según el informe.
En China, la demanda de petróleo se situó en 16 millones de barriles diarios en 2025, pero la creciente adopción de vehículos eléctricos podría provocar una caída de la demanda del 35% para 2060, dice el informe. Sin embargo, India, el sudeste asiático y África se mantienen como los principales impulsores del crecimiento de la demanda de petróleo.
Un análisis de Wood Mackenzie dice que limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius requeriría una inversión anual de 4,3 billones de dólares entre 2025-2060, lo que supone un aumento del 30% frente a los niveles actuales, para alcanzar las emisiones netas cero alrededor de 2060.
Por lo tanto, la inversión en el sector energético tendría que pasar del 2,5% del PIB mundial actual al 3,35% en la próxima década.
“Los combustibles fósiles ya no son incuestionables; se les está reduciendo su papel, pero su declive está siendo más gradual de lo esperado”, dice el informe de Wood Mackenzie.
Sustituir los combustibles fósiles con energía renovable es un pilar de la transición energética que pretende cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
La ralentización de la transición energética y una demanda de crudo mayor de lo previsto están dificultando este cambio.
(Reporte de Seher Dareen en Londres; edición de Alex Lawler y Conor Humphries; edición en español de Sofía Díaz Pineda)











