Por Dave Sherwood
LA HABANA/KINGSTON, 29 oct (Reuters) -El huracán Melissa azotaba el norte de Cuba el miércoles tras golpear la ciudad de Santiago y aislar a cientos de comunidades rurales, y después de haber causado estragos en Jamaica e inundar Haití, donde los reportes hablaban de más dos docenas de fallecidos.
Melissa, que golpeó Jamaica como un huracán, el más fuerte que jamás haya azotado la isla caribeña, con vientos de sostenidos de 298 kilómetros por hora, se degradó a categoría 3, aún peligrosa, y golpeó Cuba con vientos sostenidos de 193 kph, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
La tormenta se desplazó al norte de la isla más grande del Caribe el miércoles por la tarde y se degradó a una tormenta de categoría 2, aún peligrosa, que amenazaba a las Bahamas y a las islas Turcas y Caicos con vientos destructivos, lluvias y marejadas ciclónicas.
En el este de Cuba, unas 735.000 personas fueron evacuadas de sus hogares a medida que se acercaba la tormenta, según las autoridades.
A media mañana, el presidente Miguel Díaz-Canel dijo que Cuba ya había sufrido grandes daños y advirtió a los residentes de que no bajaran la guardia.
JAMAICA Y HAITÍ EVALÚAN DAÑOS
La isla que comparten Haití y la República Dominicana ha enfrentado días de lluvias torrenciales provocando al menos cuatro muertes, dijeron las autoridades.
Otras 25 personas murieron en Petit-Goâve, Haití, después de que las lluvias de Melissa desbordaron un río, informó Associated Press, citando al alcalde local.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) advirtió de que se esperaban inundaciones repentinas y deslizamientos catastróficos de tierra el miércoles.
El Gobierno de Jamaica dio el “visto bueno” para comenzar los esfuerzos de recuperación después de que la histórica tormenta azotó el oeste de la isla, demoliendo casas, derribando hileras de árboles y arrasando carreteras.
Las autoridades aún no han dado detalles sobre las víctimas mortales, pero han dicho que esperan que las haya.
Alrededor del 77% del país se quedó sin electricidad, dijo el ministro de información del Gobierno el miércoles por la mañana.
En el suroeste de Jamaica, la parroquia de Saint Elizabeth quedó “sumergida”, dijo un alto cargo y más de 500.000 residentes estaban sin electricidad.
“Las informaciones que hemos tenido hasta ahora incluirían daños en hospitales, daños significativos en propiedades residenciales, viviendas y propiedades comerciales también, y daños en nuestra infraestructura vial”, dijo el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, a CNN tras el paso de la tormenta.
Holness dijo que el Gobierno no había recibido ninguna confirmación de víctimas mortales relacionadas con la tormenta, pero dada la fuerza del huracán y la magnitud de los daños, “prevemos que habrá alguna víctima mortal”.
“Fue una locura. Como un tren de mercancías tratando de detenerse durante ocho horas”, dijo Journie Ealey, de 34 años, una turista estadounidense de vacaciones en Jamaica, contactada por teléfono. “Nunca había experimentado algo así”.
Los meteorólogos de AccuWeather dijeron que Melissa era el tercer huracán más intenso observado en el Caribe, después de Wilma en 2005 y Gilbert en 1988, la última gran tormenta que tocó tierra en Jamaica.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que estaba dispuesto a ayudar a la recuperación de Jamaica. El Departamento de Estado dijo que enviaría equipos de búsqueda y rescate.
IMPACTO EN CUBA
El centro de la tormenta, agitado por violentas ráfagas de viento de más de 200 kph y fuertes lluvias, azotó a primera hora del miércoles Guama, una zona rural y montañosa a 40 kilómetros al oeste de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más poblada de la isla.
La tormenta siguió avanzando en dirección norte-noreste por el este de Cuba. Las autoridades habían cortado el suministro eléctrico en prácticamente todo el este de Cuba, habían evacuado las zonas vulnerables y habían pedido a los residentes que se refugiaran en la capital provincial, Santiago, una ciudad de 400.000 habitantes.
Fotos y videos publicados a primera hora del miércoles en los medios de comunicación locales y testimonios mostraban una escena caótica, con cables eléctricos caídos, ventanas rotas, árboles y escombros esparcidos por las carreteras.
En zonas más rurales del oeste, los videos mostraban torrentes de agua de lluvia marrón que se precipitaban por las carreteras de oscuros pueblos situados en la base de la Sierra Maestra de Cuba.
A medida que pasaba la tormenta, los vientos seguían siendo demasiado fuertes a media mañana para que los residentes se aventuraran a salir a la calle.
Las autoridades informaron de inundaciones generalizadas en las zonas bajas a primera hora del miércoles, desde Santiago hasta Guantánamo, donde más del 35% de la población había sido evacuada.
El momento no podía ser peor para la isla caribeña, que ya sufre escasez de alimentos, combustible, electricidad y medicinas, lo que ha complicado su vida y ha provocado una emigración récord desde 2021.
El presidente Díaz-Canel dijo que Cuba había movilizado a 2.500 trabajadores de líneas eléctricas que comenzarían la recuperación inmediatamente después del paso de la tormenta por la isla más tarde el miércoles.
(Información de Dave Sherwood en La Habana, Zahra Burton en Kingston, Sarah Morland y Brendan O’Boyle en Ciudad de México, David Ljunggren en Ottawa, Emma Farge en Ginebra y Anmol Choubey e Ishaan Arora en Bengaluru; escrito por Andrew Heavens y Brendan O’Boyle; Edición de Peter Graff y Matthew Lewis; edición en español de María Bayarri Cárdenas y Sofía Díaz Pineda)














