WASHINGTON, 29 oct (Reuters) – Millones de estadounidenses pobres y desfavorecidos podrían enfrentarse a dificultades para acceder a fondos para la calefacción doméstica a partir del próximo mes debido al cierre del Gobierno, dijeron el miércoles legisladores de ambos partidos y organizaciones sin ánimo de lucro.
El cierre, que cumple 29 días, impide a los estados recibir unos 3.600 millones de dólares del Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP, por sus siglas en inglés), gestionado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
Los fondos ayudan a las familias a pagar las facturas de calefacción en invierno y refrigeración en verano, y aproximadamente el 80% se utiliza en los meses de invierno.
Los estados suelen recibir sus asignaciones a fines de octubre o noviembre, y los fondos se distribuyen a los hogares en noviembre y diciembre.
El representante republicano de Pensilvania, Brian Fitzpatrick, pidió al secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. que garantice una financiación ininterrumpida de LIHEAP durante el cierre.
Solicitó al HHS que use todas las autoridades y mecanismos disponibles para mantener las operaciones de LIHEAP sin interrupción y que se comunique con los estados y los proveedores para evitar brechas en el servicio que pongan en peligro a las comunidades.
La administración del presidente Donald Trump despidió al personal de LIHEAP en abril como parte de recortes más amplios en el Gobierno federal, lo que también generó preocupaciones sobre la obtención de fondos para los estados.
Emily Hilliard, secretaria de prensa del HHS, culpó a los demócratas por el cierre y dijo que una vez que el Gobierno reabra, la Administración para Niños y Familias, una división del HHS, “trabajará rápidamente para administrar las adjudicaciones anuales”.
La representante demócrata Madeleine Dean, también de Pensilvania, calificó la situación de “inaceptable” en X.
Mark Wolfe, director general de la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética, dijo que cualquier retraso en la financiación sería difícil para los estadounidenses vulnerables, 42 millones de los cuales también están por perder la ayuda alimentaria del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, que caducará el sábado.
(Reporte de Timothy Gardner en Washington y Nichola Groom en Los Ángeles; Editado por Bill Berkrot; Editado en Español por Sofía Díaz Pineda)











