Por Jihoon Lee y Eduardo Baptista y Ju-min Park
GYEONGJU, Corea del Sur, 31 oct (Reuters) -El presidente de China, Xi Jinping, ocupó el viernes el centro de atención en una reunión anual de líderes de la cuenca del Pacífico en Corea del Sur, donde se reunió con los primeros ministros de Canadá y Japón tras lograr una frágil tregua comercial con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Ese acuerdo, alcanzado justo antes de que Trump abandonara Corea del Sur, saltándose la principal cumbre de dos días del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), enfrió las crecientes tensiones entre las dos mayores economías del mundo que sacudieron el comercio global.
Mientras Trump celebraba la fiesta anual de Halloween de la Casa Blanca ya de nuevo en Washington, Xi trató de presentar a China como el predecible campeón del comercio libre y abierto en el foro, un papel que Estados Unidos ha dominado durante décadas.
“Los cambios nunca vistos en un siglo se están acelerando en todo el mundo”, dijo Xi a los líderes de los 21 miembros del bloque económico el viernes en la histórica ciudad de Gyeongju.
“Cuanto más agitados estén los mares, más debemos unirnos”, añadió Xi en un discurso en el que pidió que se protejan las reglas del comercio mundial y se profundice en la cooperación económica.
Sin embargo, muchos países asiáticos desconfían de la retórica china, dada su postura defensiva en la región, su predominio en el sector manufacturero y su propia disposición a utilizar el control de las exportaciones y otras herramientas en los conflictos comerciales.
En representación de Trump, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, dijo a los líderes reunidos —muchos de los cuales se han visto afectados por el aluvión de aranceles de Trump— que Washington estaba “reequilibrando sus relaciones comerciales para construir una base más sólida para el crecimiento mundial”.
El FMI recortó inicialmente las perspectivas de crecimiento mundial tras el anuncio arancelario del “Día de la Liberación” de Trump en abril, pero las ha vuelto a elevar a medida que las perturbaciones y las condiciones financieras se han mostrado más benignas de lo esperado.
XI SE REÚNE CON LA NUEVA LÍDER JAPONESA
Entre las reuniones bilaterales más esperadas, el mandatario chino mantuvo sus primeras conversaciones con la nueva primera ministra japonesa, Sanae Takaichi. En unas breves palabras de apertura, ambos líderes afirmaron que tratarían de avanzar en sus relaciones.
Aunque en los últimos años las relaciones entre los dos rivales históricos han sido más sólidas, la sorprendente ascensión de Takaichi a jefa de Gobierno de Japón puede tensar los lazos debido a sus opiniones nacionalistas y su política de seguridad de línea dura.
Una de sus primeras medidas desde que asumió el cargo la semana pasada fue acelerar el despliegue militar para disuadir las ambiciones territoriales de una China cada vez más asertiva en Asia oriental. Japón alberga también la mayor concentración de militares estadounidenses en el extranjero.
La detención de ciudadanos japoneses en China y las restricciones impuestas por Pekín a la importación de carne de vacuno, marisco y productos agrícolas japoneses también figurarán probablemente entre los temas delicados de la agenda.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, también mantuvo conversaciones con Xi, con el objetivo de reanudar un amplio compromiso con China tras años de malas relaciones.
Envuelto en una amarga disputa comercial con Estados Unidos, el mayor socio comercial de Canadá, Carney dijo el viernes en una reunión de ejecutivos paralela a la cumbre principal que Ottawa aspiraba a duplicar sus exportaciones no estadounidenses en la próxima década.
China es el segundo socio comercial de Canadá.
(Información de Jihoon Lee, Ju-min Park y Eduardo Baptista en Gyeongju; escrito por John Geddie; edición de Michael Perry y Raju Gopalakrishnan; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)











