Por Stine Jacobsen y Maggie Fick y Jacob Gronholt-Pedersen
COPENHAGUE, 10 nov (Reuters) -Las acciones de Novo Nordisk subían el lunes después de que el fabricante de Wegovy perdió frente a Pfizer en una guerra de ofertas de 10.000 millones de dólares por la biotecnológica estadounidense Metsera, ya que los inversores habían considerado su oferta demasiado compleja.
La farmacéutica danesa también se vio sometida a un mayor escrutinio en materia de gobernanza, ya que el fondo soberano de Noruega dijo que se abstendría cuando los accionistas de Novo voten esta semana sobre un nuevo consejo de administración.
Pfizer anunció a última hora del viernes que había cerrado un acuerdo para adquirir Metsera, que desarrolla medicamentos contra la obesidad, lo que supone un revés para Novo Nordisk en su pugna con su rival Eli Lilly en el competitivo mercado de los adelgazantes.
Novo había iniciado la guerra de ofertas a finales de octubre con una oferta no solicitada, un mes después de que Metsera y Pfizer llegaran a un acuerdo.
Metsera alegó motivos antimonopolio en Estados Unidos para rechazar la oferta de Novo, que previamente había considerado superior. Novo confirmó el sábado que se retiraba de la carrera.
“Aunque no cabe duda de que Metsera es un activo atractivo para Novo, me complace que esto haya terminado, ya que se estaba convirtiendo en una distracción para los inversores”, dijo Simon Baker, analista de Rothschild & Co Redburn.
Las acciones de Novo subían un 2,6% a las 1219 GMT. Las acciones han perdido más del 70% de su valor desde junio del año pasado y ahora cotizan cerca de su nivel más bajo desde mediados de 2021, cuando la empresa lanzó en Estados Unidos el tratamiento para adelgazar Wegovy.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos comunicó la semana pasada a Novo y Metsera que su propuesta de acuerdo corría el riesgo de violar las leyes antimonopolio estadounidenses.
La estructura de la oferta de Novo incluía miles de millones en pagos en efectivo por adelantado a cambio de acciones sin derecho a voto equivalentes a la mitad del capital social de Metsera, con control total sólo después de la aprobación de los reguladores antimonopolio.
Markus Manns, gestor de carteras de Union Investment, accionista de Novo, dijo a Reuters que la empresa dañó su reputación con su oferta hostil por Metsera, en particular por la estructura poco ortodoxa de la operación que propuso.
“Esperamos que Novo mejore su gestión del riesgo y utilice su efectivo con más cuidado”, dijo.
VOTACIÓN SOBRE EL NUEVO CONSEJO
La atención se centra ahora en la junta extraordinaria de accionistas de Novo que se celebrará el viernes. La Fundación Novo Nordisk, que controla el 77% de los derechos de voto a través de Novo Holdings, planea instalar a Lars Rebien Sorensen, su presidente, como presidente de la compañía – dándole un doble papel que ha despertado el malestar de los inversores.
El Norges Bank Investment Management (NBIM) de Noruega, el mayor fondo soberano del mundo y tercer mayor accionista de Novo, anunció que se abstendría en la votación sobre el nombramiento de Sorensen u otros candidatos al consejo. NBIM, que poseía una participación del 1,79% por valor de 5.540 millones de dólares a 30 de junio, no quiso dar más detalles sobre su decisión.
El actual presidente de Novo, Helge Lund, y otros seis consejeros independientes dimitirán en la reunión del viernes tras enfrentarse a la fundación por el ritmo de los cambios en la empresa. La fundación declinó hacer comentarios sobre la postura de NBIM. Un portavoz de Novo Nordisk dijo: “Hemos tomado nota de la votación y agradecemos la interacción con los inversores en la junta general extraordinaria”.
Novo se ha enfrentado a retos cada vez mayores, como la pérdida de cuota de mercado frente al medicamento para adelgazar de Eli Lilly y el recorte de sus previsiones para todo el año cuatro veces este año. Los analistas advierten de que el intento de la fundación de ejercer un mayor control representa una desviación de su enfoque tradicional de no intervención y podría crear más inestabilidad.
(Reporte de Stine Jacobsen en Copenhague y Maggie Fick en Londres, reporte adicional de Gwladys Fouche en Oslo y Soren Jeppesen en Copenhague; Editado en Español por Ricardo Figueroa)











