Por Libby George
LONDRES, 13 nov (Reuters) -La mayoría de las grandes economías emergentes, incluidas China, Brasil e India, pueden aguantar sin excesivo sufrimiento los aranceles de Estados Unidos, según un estudio de la consultora de riesgos Verisk Maplecroft, lo que plantea dudas sobre la influencia de las herramientas comerciales del presidente Donald Trump.
La firma analizó la resistencia de 20 de los mayores mercados emergentes utilizando medidas que van desde los niveles de deuda hasta la dependencia de los ingresos de exportación para medir su capacidad de manejar la volatilidad comercial y las alianzas geopolíticas en rápido cambio.
“La mayoría de los centros manufactureros del mundo se encuentran en una posición mejor de lo que se podría pensar o de lo que se les podría atribuir para capear esta tormenta arancelaria procedente específicamente de EEUU, incluso si llega a su máxima capacidad”, afirmó Reema Bhattacharya, jefa de investigación para Asia y coautora del informe.
México y Vietnam figuran entre los países más expuestos a la dependencia comercial de EEUU, según el informe, pero sus políticas económicas progresistas, la mejora de sus infraestructuras y su estabilidad política los sitúan entre las economías más resistentes.
Brasil y Sudáfrica, según el informe, están construyendo vínculos con otros socios comerciales que podrían protegerlos en los próximos años.
“Casi todos los mercados emergentes o mundiales entienden que necesitamos hacer negocios con Estados Unidos y China, pero que no podemos depender excesivamente de ninguno de los dos. Así que necesitamos un tercer mercado”, dijo Bhattacharya, que agregó que el comercio entre los miembros del grupo BRICS de naciones en desarrollo estaba en aumento.
El documento de Maplecroft no analizaba a Rusia, miembro del BRICS.
China, aunque especialmente expuesta a las tensiones geopolíticas con Estados Unidos, “está tan afianzada que en realidad es casi imposible reproducirla en otro lugar”, añadió, señalando la diversificada base exportadora de Pekín y su capital humano.
China, un gigante manufacturero, está en el punto de mira de los esfuerzos de Trump por remodelar la política comercial mundial. Los datos publicados a principios de esta semana mostraron que, en octubre, las exportaciones chinas sufrieron su peor caída desde febrero, poco después de que Trump regresara a la Casa Blanca.
Bhattacharya también señaló el esfuerzo de China durante años para ampliar el uso de la divisa china, el renminbi, en los acuerdos comerciales como “un impulso pragmático para la resiliencia económica y la diversificación del riesgo geopolítico”.
Brasil, Argentina y Chile han firmado acuerdos de liquidación en moneda local con el banco central chino, mientras que empresas estatales e inversores chinos están financiando proyectos de litio y cobre en Chile, Bolivia y Perú.
(Información de Libby George; edición de Karin Strohecker y Mark Heinrich; edición en español de María Bayarri Cárdenas)











