Reino Unido revisa las leyes sobre DDHH en una importante reforma de su política de asilo

Por Alistair Smout

LONDRES, 17 nov (Reuters) -Reino Unido revisará su enfoque de la legislación sobre derechos humanos para facilitar la deportación de los migrantes que lleguen ilegalmente al país, en el marco de una importante remodelación de la política de asilo que se presentará el lunes.

La ministra del Interior, Shabana Mahmood, explicará los cambios en la forma en que los tribunales interpretarán el Convenio Europeo de Derechos Humanos, según informó el Gobierno.

“Estas reformas bloquearán las interminables apelaciones, detendrán las solicitudes de última hora y aumentarán las expulsiones de quienes no tienen derecho a estar aquí”, dijo el primer ministro, Keir Starmer, en un comunicado.

Como parte de lo que el Gobierno considera la reforma más radical de la política de asilo de los tiempos modernos, Mahmood también anunciará planes para que el estatuto de refugiado sea temporal y para cuadruplicar el tiempo que los refugiados tendrán que esperar para establecerse permanentemente en Reino Unido.

El ejecutivo laborista británico está adoptando una postura más dura en su lucha por frenar la inmigración clandestina, sobre todo a través de pequeñas embarcaciones. Los sondeos indican que la inmigración es una de las principales preocupaciones de los votantes, y el partido populista Reform UK lleva una gran ventaja en las encuestas.

UNA POSTURA MÁS DURA

Según el Gobierno británico, los inmigrantes están haciendo un uso indebido del artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, relativo al derecho a la vida familiar, para retrasar su expulsión de Reino Unido.

El gabinete de Starmer quiere que las nuevas leyes dejen claro que por vínculo familiar se entiende la familia inmediata, como un padre o un hijo, para evitar que la gente “utilice vínculos dudosos para permanecer en Reino Unido”.

Añadió que Reino Unido también trabajaría con países afines para revisar la aplicación del artículo 3, que prohíbe la tortura, señalando que la “definición de ‘trato inhumano y degradante’ se ha ampliado más allá de lo razonable”.

El Gobierno ha manifestado su deseo de permanecer en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, ante los llamamientos de Reform UK y algunos miembros del Partido Conservador para que Reino Unido lo abandone por completo.

Sin embargo, la postura más dura del Gobierno en materia de inmigración ha sido criticada por organizaciones benéficas que afirman que obliga a las personas desesperadas a caer aún más en la indigencia.

“Estas propuestas castigarán a personas que ya lo han perdido todo”, dijo Sile Reynolds, responsable de defensa de los derechos de asilo de Freedom from Torture. “Eliminar las protecciones que impiden que las personas sean devueltas a sus torturadores no es lo que somos como país”.

Starmer, exabogado de derechos humanos, dijo que Reino Unido era un “país justo, tolerante y compasivo”, pero que en un mundo más volátil “la gente necesita saber que nuestras fronteras son seguras”.

El Gobierno británico añadió que también habría reformas para agilizar el sistema de apelaciones, acelerar la deportación de delincuentes y evitar el uso indebido de las leyes sobre esclavitud moderna para impedir las expulsiones.

(Información de Alistair Smout; información adicional de Michael Holden; edición de Christina Fincher; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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