Por Laurie Chen y Eduardo Baptista
PEKÍN, 21 nov (Reuters) -El músico de jazz japonés Yoshio Suzuki y su banda se encontraban en plena prueba de sonido para unas esperadas actuaciones en Pekín cuando el local fue visitado por policías de paisano el jueves por la tarde.
“En menos de un minuto, el dueño del local vino a verme y me dijo que la policía le había dicho que se cancelaban todos los conciertos con japoneses, y que no había discusión”, relató Christian Petersen-Clausen, promotor de conciertos y documentalista noruego que vive en China desde hace 13 años.
Alrededor de una docena de conciertos con músicos japoneses en las principales ciudades chinas se han cancelado abruptamente esta semana a medida que se intensifican las tensiones diplomáticas entre Pekín y Tokio.
El detonante fueron las declaraciones este mes de la nueva primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien afirmó que un ataque chino a Taiwán que amenazara la supervivencia de Japón podría desencadenar una respuesta militar de Tokio.
China, que considera la isla gobernada democráticamente como propia, se indignó y ha dicho que Takaichi se enfrentará a las consecuencias. Su respuesta comenzó con medidas económicas, como el boicot a los viajes a Japón y la prohibición de importar marisco japonés, pero desde entonces se ha ido ampliando cada vez más al ámbito de los actos culturales.
Suzuki, un reputado bajista de jazz de 80 años, y su quinteto habían pasado por un proceso de revisión de meses para obtener visados de actuación en China.
“Estaban absolutamente entusiasmados por venir a China”, según Petersen-Clausen, que añadió que la banda estaba “destrozada” por la noticia.
El jueves y el viernes, las autoridades advirtieron a los locales de música de toda China de que podrían cancelarse los conciertos con músicos japoneses en lo que queda de 2025, explicó.
Los locales también fueron advertidos de que no presentaran nuevas solicitudes para conciertos de artistas japoneses el año que viene y los organizadores de conciertos tienen prohibido enviar textos promocionales a los fans sobre los próximos conciertos de artistas japoneses.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.
CHINA, EXPERTA EN BOICOTS CULTURALES
Otras cancelaciones abruptas incluyen un concierto en Pekín de la cantante japonesa KOKIA el miércoles por la noche, según decenas de quejas de fans enfadados en las redes sociales.
“Todo el mundo hizo cola hasta la hora de comienzo, pero aun así no nos dejaron entrar. Después, el equipo de KOKIA salió a decirnos que la banda está lista, pero el local no les deja actuar”, rezaba una publicación en la plataforma RedNote.
Los vídeos que circularon por la red social X el jueves mostraban a una gran multitud de fans enfadados fuera del local coreando: “¡Devuélvannos el dinero!”.
La gira del rapero japonés KID FRESINO por China se aplazó indefinidamente el viernes, según un mensaje publicado en las redes sociales por el promotor chino de su gira.
China tiene un historial de boicots culturales contra países como forma de coerción económica durante disputas diplomáticas.
Ningún grupo importante de K-pop ha recibido autorización para actuar en el país desde la disputa por los misiles THAAD en 2016 entre los dos vecinos. Los dramas coreanos y otros productos culturales coreanos siguen estando prohibidos de forma no oficial en las plataformas chinas.
Pekín ha tenido dificultades para impulsar el gasto en servicios este año en un clima de prolongada desaceleración económica. La cancelación de estos conciertos supondrá un nuevo lastre para el crecimiento, afirma Petersen-Clausen, que señala las repercusiones de la cancelación de vuelos y reservas de hotel por parte de los aficionados y la reducción de turnos del personal de apoyo chino.
Los conciertos de música en directo son también una salida importante para muchos jóvenes chinos que se enfrentan a presiones laborales o vitales durante la recesión económica, y muchos jóvenes aficionados a la música que asisten a conciertos prestan poca atención a la política internacional, añadió.
“A veces vemos este tipo de sentimiento (antijaponés) en internet, (…) pero no lo vemos en estos conciertos”, afirma.
“Nunca, nunca he oído a nadie traer la política a estos momentos.”
(Reporte de Laurie Chen y Eduardo Baptista en Pekín; edición de Edwina Gibbs; editado en español por Tomás Cobos)











